"Un día de lluvia"

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Frías gotas de agua caían sobre el césped de mi jardín cuando sucedió.. Ese momento mágico que a veces parece no ser real y piensas que solo es producto de tu imaginación. Pero estaba seguro de que era verdad. La calidez de sus labios aún se sentían sobre los míos, el sabor a caramelo en sus labios el cual era causado por las palomitas de maíz que comimos al ver una película, sus ojos llenos de lágrimas, sus mejillas rosadas y por sobre todo.. El escenario de ensueño que nos envolvía.

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eran las cuatro de la tarde exactamente. un día lluvioso de Noviembre, el clima cálido y frio a la vez era confuso, pero un fantástico aroma a jazmines hacia olvidar casi todo.

unos golpes en la puerta de mi habitación se hicieron oír haciendo que me levante emocionado de mi cama esperando que sea la persona que habia prometido venir.

-Minjae! abre por favor!- una voz chillona me hizo afirmar lo que pensaba y con una sonrisa abrí la puerta.
-Hyung, lo siento.. mira! junté muchas historietas y mi mamá dijo que podíamos usar la casa del árbol!-.
-pero no estamos grandes para la casita del árbol?-preguntó Seungmin mirándome con sus brillantes ojos.
-si hablamos de altura creo que estas igual de pequeño para entrar a la casita-froté su cabello con una calidad sonrisa y él me miró con un puchero.

negué con mi cabeza y lo cargué en mi espalda, intentó bajar pero se lo negué haciendo que me abrace para no caer de espaldas. sus bracitos no se podían ver por las mangas largas de aquél buzo de osito que yo mismo le compré con mis ahorros. sus piernas colgaban entre mis brazos, un short hasta la rodilla apenas de dejaba ver por el gran buzo de invierno y su cabecita era apoyada sobre mi hombro, su suave respiración de aburrimiento era apenas audible, aunque entrecortada por mis pasos, aún así, seguía serena.

llegamos hasta el patio y lo dejé bajar. rápidamente corrió hasta el gran pino gigante que había en el patio, ahí estaba nuestra casita, mi papi la construyó para mí cuando era bebé, "es para cuando seas más grande" recuerdo que me dijo.

corrí a la casita y subí las escaleras con cuidado para no caer, ya estando arriba encendí unas pequeñas luces con formas de estrellas y acomodé el pequeño sofá lleno de pequeños cojines y dos peluches gigantes muy agradables, uno era de un oso y el otro era de un mono, nuestros animales favoritos!

cuando entró él sonrió, hace una semana que no entraba, este es como su segundo hogar. una vez vino porque se peleó con sus padres, el fin de semana pasado vino solo para una pijamada. por supuesto que vendría, soy su mejor amigo.

-bien hyung, que quieres hacer? tengo papitas, gaseosa y un mazo de cartas, jugamos?-
-sí verás que te voy a ganar!-
-lo dudo mucho enano- reí sacando mi lengua para burlarme de él, a lo cual respondió riendo también.

las cartas eran lanzadas a la mesa cada tanto, el mazo era un desastre y las cartas que teníamos en las manos eran lanzadas al aire al momento que perdiamos, después de todo teníamos que tener un castigo para el perdedor.

pasaban las horas y solo hablábamos de lo que sea que nos venía a la cabeza, hasta que una pregunta de parte del más bajo se tiró sobre mí como la nube negra que se avecinaba por la ventana..

-Minjae.. te gusta alguna niña..?- la mirada perdida del mayor sobre el horizonte le dió un pequeño rasgo de tristeza, casi invisible.
-uh.. no hyung! no estoy interesado en ninguna chica, me distraeria mucho de mi objetivo..-
-y cual es tu objetivo?.. huh?-
-hacer crecer nuestra amistad. ese es mi objetivo, no quiero fijarme en las chicas porque siempre en las películas ví que el que consigue novia se aleja de su mejor amigo y terminan separándose para siempre.. no quiero eso para nosotros..- me senté con él en el sofá y sonreí mirando sus ojos, los cuales estaban llenos de brillos de felicidad, su mirada inocente e infantil es una de mis cosas favoritas.
-y-yo estoy primero que las chicas!?- asentí repetidas veces y el se lanzó sobre mi abrazándome-te quiero mucho Minjae!-

un día de lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora