✧ 🍮 Trẹṣ ೃ࿔

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La luz pesada de una habitación (que no sabía en cuál era en la que estaba específicamente) fue lo que le impidió a Jimin abrir sus ojos como comúmente lo hacía.

Sus párpados los sentía pesados, por lo que al pasar de varios segundos fue que por fín pudo ver aquel impecable techo azul claro. El frío impactó bruscamente su cuerpo; este último ahora cubierto por solo una bata de hospital y sintiéndolo muy liviano y algo débil por Jimin; y donde ya no había rastro alguno de la enorme panza donde se debían encontrar sus hijas. Ahora, solo había un bultito levemente hinchado.

Pero entonces, lo recuerdos llegaron a él. El cómo su fuente se había roto mientras acompañaba a Jungkook a hacer el desayuno; recordó a su alfa lleno de tiernos nervios tratando de mantener la calma; Y por supuesto, se recordó a él mismo gritando del dolor como todo un histérico, durante todo el camino hasta la llegada al hospital.

Y sobre todas las cosas, recordó las palabras que su amado alfa le había dicho, varios segundos antes de que cayera profundamente dormido ante la anestecia.

"No te dejaré solo, cariño. Prometo estar contigo durante todo el proceso y cuando despiertes, estaré a tu lado. Y si es posible, tendré a nuestras bellezas en mis brazos; para que cuando te despiertes, ya no tengas que esperar para conocerlas, bebé."

Y eso fue también por lo que cualquier pensamiento negativo que pudo llegar a su mente, fue disuelto en el momento en el que percibió aquel delicioso olor a galletas con chispas de su alfa. Y de forma adicional, un delicado olor a almendras dulzonas llegó a sus fosas nasales, lo que le hizo restregar sus ojos para porfín contemplar su alrededor como debía.

- Jungkookie...~- susurra con pesadez y sus ojos adormilados, mirando partes de la habitación en busca de su amado.

- Shhh.... Aquí estoy, mi amor.- escuchó en su oído.- No te muevas mucho, que puedes lastimar la herida de tu cesárea, cariño.~

Y ante aquella voz que le hablaba con tanto cuidado, su mirada fue en esa dirección. Encontrándose con la escena solo le hizo soltar el primer sollozo de emoción, a lo que tapó conmocionado su boca.

Su preciado alfa lo observaba con su caracterísitica sonrisa y con sus ojos sutilmente cristalizados. Y en sus fuertes brazos, yacían dos pequeños bultitos de sábanas. Uno color violeta y el otro, color verde menta; aquellos en donde se encobtraban las princesas de ambos, envueltas de forma protectora y amorosa.

- Dios, cielo... N-nuestras cachorritas...- solloza con una sonrisa el omega viendo como su novio se sentaba con cuidado en la camilla junto a él.

- Así es, muñeco. Nuestra Lune y nuestra Eleonor por fín ya están con nosotros.~ - le confirma el pelicereza dejando salir una lágrima.- Y tan solo míralas: están tan preciosas, Minie. Son como... una perfecta combinación de nosotros.

Y aún con las emociones a flor de piel, Jimin extendió levemente sus bracitos, recibiendo encantado a sus bebés, mientras Jungkook las acomodaba en cada uno de sus brazos con suavidad, para acomodarse a su lado y observar las niñas desde el hombro del omega.

- Mis nenas...~- canturrea con cariño y amor, al finalmente poder ver sus pequeños y adorables rostros, y quedándose emebelasado al ver que su prometido tenía toda la razón.

Ambas cachorras profundamente dormidas, a primera instancia eran completamente idénticas y parecían difíciles de diferenciar.

Al punto en el que como Jimin lo había predicho, ambas poseían un mar de pequeñas y tiernas pequitas en sus cachetitos.

Un toque que las hacía ver muy hermosas de por sí.

Pero Jimin, sintiendo aquel poderoso vínculo tanto de padre e hijas, detectó unas particuliaridades que solo le hicieron sonreír enternecido.

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ღ 𝒞𝒽𝓇𝒾𝓈𝓉𝓂𝒶𝓈 𝒞𝓊𝒹𝒹𝓁𝑒𝓈 - Kσσкмιи Tняεε Sнσт✦˳⸙;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora