¿Tú también vas a Hogwarts?

Desayuno

Estaba comiendo tranquilamente una tostada en el desayuno cuando Fred y George se sentaron a mi lado. Entonces Fred empezó a molestarme con lo que había sucedido ayer.
Al estar intentando hacer una poción interesante que encontré en los libros, decidieron que era muy gracioso cambiarme los contenidos de los frascos donde guardo los ingredientes. La poción terminó explotándome en la cara y me manchó de violeta ¡No pude quitarme eso por 3 horas! Y el muy idiota venía para recordármelo.

—Cállate —le dije con fastidio, volteando a verlo.
—Cállame —me respondió, mirándome a los ojos, sonriente, mientras se acercaba un poco a mí.

Sonreí y me acerqué más a él; lo suficiente para poder contar las pecas en su rostro. Estábamos a centímetros y no apartaba la vista de mis ojos. Entonces, le enterré el resto de mi tostada en la boca. Él se apartó, sorprendido, y yo me levanté de mi asiento, con una gran sonrisa. Me alejé de ahí dejando a un aturdido Fred y oyendo las carcajadas de George.
¿Qué era lo que esperaba acaso, un beso? Ja.