Epílogo

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"Listo, esto será suficiente"

Luo Binghe observó los baldes de agua que yacían a sus pies, esta era la última vuelta que daría y podría descansar. Cuando a la distancia escucho unas pequeñas voces. Nunca había sido curioso, pues sabia que había muchos discípulos nuevos que vagaban por la zona.

Siguiendo las voces llegó con un grupo de chicos, parecían ser los nuevos discípulos de este año, pero había algo en particular que le llamó la atención.

Los mayores parecían estar molestando al más delgado de complexión, por un segundo pudo verse en él, el reflejo de su pasado cruzó por sus ojos y quiso detenerlos. Sus acciones se detuvieron al recordar las palabras de su Shizun "no te metas en el problema de los discípulos, ignora cualquier cosa que hagan..."

"Ah! Basta! Devuelvanmelo! Es el recuerdo de mis padres" gritó el joven al ser lanzado al suelo y que su única pertenencia cayera en manos de sus abusadores

Luo Binghe se dio la vuelta y sin pensarlo uso un par de hojas copiando lo que en su momento fue su salvación. No quería que ese discípulo pensará que había sido su Shizun que lo salvo, simplemente ese era el ataque menos doloroso que se le ocurrió.

Una vez los demás salieron huyendo, igual que aquella vez, Luo Binghe soltó un suspiró.

"A-Ning!" Era una voz femenina la que le llamó, con prisa se acercó al joven y revisó sus moretones

"Shijie" rió con dulzura

"¿Te estaban pegando de nuevo? ¿Por qué no te defiendes?!" La muchacha parecía muy molesta ante la pasividad del chico

Pero el joven no le presto atención y tomó una de las hojas que le habían ayudado.

"Shijie, Shixiong me ayudo"

"¿Qué Shixiong?"

"Luo-Shixiong!"

La expresión de la joven se torció un poco, ella no era así, pero se había dejado llevar por lo que las bocas ajenas decían de los demás. Luo Binghe estaba asombrado de que ese pequeño Shidi se diera cuenta.

"¿De verdad fue él? A-Ning no me mientas"

"Shijie, te digo la verdad... en el pico Qing Jing ¿quién más podría copiar los ataques de Shizun usando energía demoníaca?"

Entonces se dio cuenta de que sin querer, había usado la energía demoníaca para espantar a esos abusadores. Aún no podía creer como el pico Qing Jing seguía aceptando basura así, suspiró.

"Cómo sea, ni se te ocurra acercarte a él, no sabes que tipo de cosas podría hacerte si lo enfadas" gruñó

"¿Peor de lo que los demás Shixiong me han hecho?"

La chica no siguió hablando y menos A-Ning. Luo Binghe que estaba detrás de uno de los árboles solo pudo bajar la mirada. Ante todos, el era el malo ¿verdad? El que forzaba a su Shizun a estar con el porque tenía poder... ¿así lo veían?

"Ven vamonos, prometeme no juntarte con esa bestia jamás"

A-Ning apretó los labios, esa misma palabra había sido dirigida hacia él por mucho tiempo, no quiso prometer nada. Entonces escuchó el suave roce de las hojas y al fijar su mirada en ellos pudo ver una silueta que se perdía en la profundidad del bosque: cabellos negros y ropas que no eran igual al que usaban sus compañeros. La joven de igual forma notó su mirada y la siguió, al darse cuenta de la silueta solo pudo taparse la boca y tomar la mano de A-Ning para huir.

En la Casita de bambú donde Shen Qingqiu esperaba pacientemente que Luo Binghe llegara, el sonido de la puerta abriéndose le hizo dejar de lado los papeles que revisaba.

Suficiente, AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora