Capítulo 1; El demonio lujurioso

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Entre la espesura de la niebla y árboles diversos, miles de personas yacían quietas. Temblorosas o expectantes, aterradas o confundidas.
Empeorando aún, una densa fosca se extendía en grandes regiones del espacio, cambiante de colores e iluminando la extraña tierra. Una exótica exhibición que casi bloqueada la vista.

Algunos decidían caminar, ignorando todo miedo u ofuscación, buscaban algunas pista con su ya limitado rango de visión. Otros encontrarían una figura distorsionada y caminarían hacia aquello, encontrándose con otra persona.

En cuestión de minutos, grandes grupos se conformaron. La multitud charlaba en murmullos mientras sus pasos resonaban y extinguian el silencio.

La cantidad de personas que se quedaron solas eran muy pocas. Vigilantes a su entorno, desconfiados o antipáticos, pocos tenían este pensamientos... Mientras otros sólo tenían... Miedo.

Como Álvaro, que caminaba casi corriendo. Huyendo del eco atronador que causaban miles de personas, viendo el paso veloz de extrañas plantas. Sin duda, nada parecido al cielo, si bien era colorido, el espacio en si era sombrío, sin estrellas, nubes, sólo cielo y tierra bañados en negro.

Su feliz destino de ir al paraíso por sus buenos actos, tal cual lo describió su religión.

Entre tropezones, terminó cayéndose y enredado en una linda flor en forma cilíndrica. Le complicaba sacar su pie, la apresurada, casi desesperada, forma de intentarlo no hacia nada para ayudarlo, y más su mentalidad. Su distraída mente no notó como la flor iba lentamente estirando sus raíces hacía su tobillo, la única pregunta que tenía era... ¿Qué hizo mal? Todo sentimiento impuro fue desecho, hizo las cosas bien, así que ¿Por qué estaba en el infierno?

*¡Plac!* *¡Plac*

El abrupto cambió de clima revolvió su mente y lo envolvió aún más en conflicto. Las risas y murmullos alegres casi lo engañaba, 《De seguro es lo usan los demonios para confundir a su presa.》pensaba él.

Su figura forcejeando fue captada por un joven alegre.

- ¡Mire! ¡Mire! - El joven apuntó a su dirección. - Creo que hay alguien ahí.

La figura baja de un calvo musculoso le sonrió al joven al lado suyo.
- Si, si. Yo también lo vi. Gracias - Con actitud de un aguafiestas, bajó sin querer los humos del joven. - Vuamos rápido.

Él junto al joven y tres personas más trotaron a la dirección de Álvaro.

Mientras tanto, Álvaro se encontraba en una situación difícil. En un momento cualquiera, las raíces sujetaron con firmeza su tobillo y empezaron a contraerse, sumiendolo en un gran dolor.

Y con sus nervios dilatados, intentó concentrarse en otra cosa, como el sonido. Sin dejar de forcejear, miro de reojo a la dirección del sonido. Ahí pudo ver vagas sombras en la lejanía, con rapidez volvió su atención en la planta y con todas sus fuerzas intentó separarlas.

- ¿¡Qué onda, don, todo piola!? -

La voz alegre de un chico hizo eco, destacándose entre los murmullos lejanos. Atrayendo la atención de algunos, como por ejemplo; Álvaro.

- Mierda - Viendo la sombra saludandolo, lo hundió más en su pesar. - ¡No dejaré que un demonio me lleve! ¡No! ¡Nunca!

Como un loco, Álvaro forcejeo frenéticamente, dañandose internamente la pierna y triplicando su dolor.

Sonidos de ruptura se transmitieron desde su tobillo, y más aún se transmitió su gritó, que insultaba a los ancestros de cada ser vivo del planeta.

Aunque debido al loco movimiento logró liberarse la mitad del pie. Un poco más de sufrimiento y tal vez sería capaz de escapar.

- ¿¡Eu, don, necesita ayuda!? - Escuchando el gritó de gloria, la benevolencia del joven lo ánimo a correr.

Otra vez cegado por el dolor y queriendo aceptar la tentación del diablo, quitó su atención del objetivo y vio el rostro del joven.

Toda miel fue derramada, mostrándole la cruel verdad. Un horrible demonio venía a grandes zancadas, con locura y deseoso de él.

- M- Me va a comer... - Sin diferenciar entre el dolor del pie y el dolor de ser perseguido por un demonio lujurioso, lágrimas se derramaban a borbotones.

Cuánto más pensaba, más tiempo perdía, resultando en la encrucijada que no podía resolverse.

- Ya está, me desfloraran el ano. - Resignado a su destino, vio como el joven demonio se paró a metros de el.

-Wow... ¡N-ecesita un doc - Observó con horror al tobillo doblado enredado, casi termina gritando por un paramédico pero lo detuvo la mirada del viejo frente a el.

Toda la buena voluntad y honestidad se fueron al desagüe al ver como con tal descaro el viejo miraba al resguardo del titán. Un sentimiento incómodo mezclado con ira estalló en su garganta.

- ¡¡Que me ve, vi-

- Basta de hablar, sólo... Sólo se gentil - Con más resignación que la anterior, se agachó.

Los cuatro que se lo habían tomado con calma, llegaron al lado del joven. Presenciaron todo, así como las últimas palabras del viejo.

- ¡Araziel! ¿¡Por qué el viejito está en cuatro?! - Una niña alrededor de los 12 años le gritaba histérica al joven demonio.

- Niño, que pesimos gustos tienes. Mal, mal.

- Ara, no debes obligar a las personas a "tener" "relaciones" si no están consintiendo. Eso es malo, muy muy malo, y los que hacen cosas malas se los lleva el coco.

Recibiendo los cascotazos de dos de sus amigos y un yunque rosa de parte de su abuela, Araziel yacía sin habla. De reojo vio al calvo y notó su disgusto así como la aversión del otro.

- ¡Yo nunca haría eso! - Araziel sacudió la cabeza con fuerza, frustrado por la mirada de asco de sus amigos y la decepción disimulada de su abuela.

- Ah, ¿no? Mirale la cara al anciano... Una mirada muerta y como una momia. ¿Acaso ya lo vaciaste?

- ¿Que, pero... - Vencido, sin palabras. Araziel no podía remontar ningún uppercut. Sin más, observó al anciano. Todo esto se aclararía una vez que él hablase.

Álvaro estaba en trance. Dejo de escuchar la conversación cuando oyó el nombre de su captor.
《Mierda, ¡Mierda! Me violara a mi y luego a nuestra hija *Tos* *Tos* ¿Qué digo? Si yo no puedo quedar embarazado.》 Perdido en su pensamiento, notó tardíamente el contacto suave en su hombro.

-¡Ahh! ¡Fuera demonio! ¡¡Fuera!! - Una Cruz hecha puramente con sus dedos, expulsó el mal... O esa era la idea. - Mierda, por qué no funciona?.. Será con los brazos?

Mientras tanto, él confundido demonio se preguntaba; 《¿Por qué me dirá demonio? ¿Estará alucinando? ¿O será que tengo el porte atlético y la belleza de uno? Si, debe ser eso. 》Satisfecho con su idea, Araziel volvió su mirada a sus amigos... Los cuales evitaban sospechosamente su mirada.

-¡Dije Shu, Shu, fuera demonio! - La lucidez se había evaporado de el, el profundo dolor sólo empeoraba y su pierna ya estaba siendo consumida por las enredaderas, en cuento al tobillo, se iba desintegrando lentamente.

Sus últimas fuerzas estaban en olvidar el dolor.

Araziel presenció al agonizante Álvaro. Una idea se planteó en su cabeza... No tardó mucho en ir con sus amigos y decirselas.

●○•°°•○●

Fin del cap.

Recuerdo cuando tenía una muela hecha mierda y cuando iba a dormir, venía el dolor insoportable y no me quedaba otra que aplicar, al famoso consejo del Chapulín Colorado, el "No me va a doler, no me va a doler.

Ah, y aconsejen el mundo, sus reglas y restricciones que los dioses impondrían. El comentario con mayor número de comentarios será el ganador.

Sino, bue, ya fue. Hago las cosas yo solito.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2020 ⏰

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