SEÑOR.

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Me perdí en tu mirada,

aquella tan deseada.

Deseé poder decir lo que siento,

pero me perdí en tus labios suculentos.

A ti no te importará,

si alguna vez me rompo en llanto,

no verás reflejado el dolor en mis lágrimas,

porque sé que apenas sabes de mi existencia.

Daría la vida por aquel señor,

Desinteresado por mi en su interior.

Quisiera descubrir el misterio que representas,

pasar todo nivel de indiferencia.

Bello eres como el ocaso,

frío eres como la escarcha,

ruego que des una señal de vida,

en tus ojos yo ya estoy perdida.

Poesías desastrozas de un mundo negro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora