-6 Algo inesperado

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Hoy salí a comer con mi madre, fuimos a un súper en el que venden unas pizzas fantásticas y muy buenas, con unos bordes de queso para morir y con muy buenas salsas, en fin. Cuando estoy cancelando las pizzas en la caja, estas dos cajeras en esta, una estable y una aprendiz, empiezo a bromear con mi madre sobre el costo de la pizza ya que mi madre es algo ahorradora pero yo no escatimó a la hora de darme un gusto. Entre nuestras bromas y risas se nos une una de las chicas, está es algo extrovertida pero debo admitirlo, tenía buen sentido del humor la condenada, entre eso ella une también a la conversación a su compañera que es la aprendiz, solo que está segunda es algo más indiscreta y mucho más lanzada. Debo admitir algo, yo soy alguien seco pero me gusta jugar con la mente de la gente para ver sus verdaderos deseos, pensamientos y emociones.

En un punto de todo este rato mi madre se separa de nosotros y va a saludar a una vieja amiga suya que da la casualidad es una encargada en dicho súper, dejándome solo con este par de chicas hormonales. La más joven es la que mejor se lleva conmigo ya que somos relativamente contemporáneos en edad, empezamos a charlar y a jugar entre nosotros, pero llega un punto en que su compañera (la que le está "enseñando") dice algo que me descolocó por completo.

"Mira que si quedas con nosotras te podrás sorprender".

Dicho eso se levanta dejándome solo con la más joven, le miro con duda y ella me lo confirma diciendo algo un tanto similar.

"Te puedes sorprender si estás conmigo".

Lo primero que viene a mi mente es un doble sentido hacia esas palabras dichas por ambas chicas. Me sorprende lo lanzadas que son aunque le resto importancia ya que le sigo el juego solo que no de la manera que ella quiere. Obviamente no voy a caer de una en sus juegos, más le volteo el tablero diciéndole que no creo que ella logré sorprenderme, le digo eso con una sonrisa muy llena de burla y algo sinica tengo que admirirlo, pero el brillo de lujuria en sus ojos hace que valga la pena.

¿Por qué hoy en día las chicas son así? No lo sé, pero obvio que nosotros los hombre no somos distintos, lo admito, soy una mierda y un mal parido cuando se trata de algo tan simple como lo es solo el "sexo casual". Sencillamente esto se a convertido en algo ya muy común en la sociedad y mentalidad de la juventud, de los chicos y chicas entre los diez y seis hasta los veinticinco años (esta edad es por lo general la de las chicas con las que he estado). Obvio, yo no soy un santo, a fin de cuentas somos humanos, somos hombres y como tal tenemos ciertas necesidades que debemos cubrir en ocasiones.

El punto entre todo esto, es que la gente joven piensa más con lo que tiene entre las piernas que con la cabeza, y si eres hombre pues, admitelo bro, cuando se trata de una chica hermosa y sexi, pensamos antes con la de abajo que con la de arriba, a fin de cuentas no somos de hierro.

Pasado esta situación con estás chicas nada discretas, vuelve mi madre, desde hace ya como veinte minutos había pagado las pizzas, todo ese rato las chicas y yo estábamos hablando y mi madre con su vieja amiga. Cuando vuelve a mi lado nos vamos a la parte del comedor, le entrego la factura a uno de los pizzeros y toma mi orden, acto seguido me voy a la parte de artículos personales dejando ahora sola a mi madre. En el mostrador está otra chica más (que tienen los dueños de este súper con las chicas hermosas), es algo baja de estatura, piel morena, usa lentes pero aún con estos se dejan ver unos ojos cafés oscuros, de cabello negro y muy sexi debo admitirlo. El propósito de mi visita a esta área es porque quiero hacerme un cambio de look y esta chica lo primero que hace cuando le saludo es titubear con pena, su vista me recorre desde mi pecho hasta los brazos y de ahí sube a mis ojos. La tipa no se cohibe en cuanto a escanear mi cuerpo se trata, cuando se da cuenta que la veo divertida noto que se sonroja.

Patético.

Le pregunto por unos tintes para el cabello, le pregunto esto mientras me apollo en el mostrador cruzando mis brazos, marcando así mis bíceps solo para ver cómo reacciona, a la chica se le iban a salir los ojos, tal y como esperaba, al volver a mis ojos de nuevo se sonroja. ¿Acaso nunca había visto a un chico de diez y ocho años con cuerpo trabajado? Claro que en ningún momento me presenté con ella. La escena me causa gracia y me es muy divertida pues nuevamente está sonrojada y actúa nerviosa.

PUTO AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora