☆32☆temp.2

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—Allison, estás segura que esta es una buena idea —le pregunto dudosa ocho enfrente a la cafetería

—ya está decidido —le respondió mordaz la mujer al lado de Allison

La pequeña la miró ofendida

—si tiene algún problema por favor no dude en contármelo —le hizo una falsa sonrisa— será atendido y mandado a la lista de cosas que no me interesan, pero de todas formas podrá dar su queja —le dijo sarcásticamente, la mujer la vio mal

—simplemente no creo que seas hermana de Allison

—pues fíjese que no me interesa lo que piense, viene aquí a apoyar a mi hermana, no a usted

Y seguida de Allison, la pequeña entro ofendida a la cafetería, posicionándose al lado de su hermana

—quiero un café por favor —dijo Allison mordaz

—que sean dos

—tres —respondió Henry con media sonrisa sentándose al lado de su hermana

Ocho lo miró sorprendida, y le dio media sonrisa

—es solo para blancos, váyanse o llamo a la policía —el camarero miraba con repugnancia hacia Allison

—que acaso no sabes leer —vino una mujer apuntando a un letrero que no permitía a personas de color

—habló siete idiomas —Allison la contradijo con recelo y ocho les dio una sonrisa divertida

Se escuchó un cerrojo de la puerta, seguido por la campana, y un montón de gente de color había empezado a entrar y a sentarse al rededor de ellos

—¿y que se supone que estamos haciendo acá? —le susurró Henry a ocho

—apoyando los derechos de la gente —respondió simple—

—y desde cuando a ocho Hargreeves le importa tanto la gente

—por mi que se muera la mitad de esta tienda —Henry río— el tema es Allison, la tratan como a cualquiera. Además tiene mi apellido, si le va mal a ella, mi nombre será manchado, lógica.

—siempre tan linda con los demás —Allison le susurró metiéndose a la conversación— hola Henry —saludo

Henry le dio media sonrisa en forma saludo y se quedó mirando al frente

Poco a poco se empezó a llenar de bullicios, de gente pararse a quejar por la estadía de "los invasores", era un caos

—hola ocho —Thomas trajo una silla y se puso entre ocho y Allison —¿Henry, que te cuenta la vida? —se dirigió a él con indiferencia

El rubio, quien lo miro desentendido, se aproximó a él para golpearlo pero los poderes de ocho lo tenían retenido en su lugar

—a ver cariño, a el no lo tocas —Henry la miró incrédulo y ofendido— él me alojo en la casa durante mi estadía aquí, y además me ayudo a saber sobre nuestros poderes

—si viejo, cuando te encontré simplemente te estaba buscando para que encontraras a ocho —respondió tranquilo

—oh —se rascó la nuca— pensé que me querías llevar con la mafia china

—espera, que no eran los suecos los que los buscaban —preguntó extrañado Thomas

—pues aunque te parezca absurdo, hay mucha gente que me quiere muerto

—pues no me sorprende, eres irritante —dijo entre dientes susurrando

Y ocho quien había esperado este momento, alzó los brazos a la altura de sus nucas y los golpeó a los dos logrando que se quejaran

𝐒𝐚𝐫𝐜𝐚𝐬𝐭𝐢𝐜 -- 𝐜𝐢𝐧𝐜𝐨 𝐲 𝐨𝐜𝐡𝐨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora