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La joven inventora se encontraba en su laboratorio. Estaba sentada mirando la amplia pizarra que tenía en frente, el tablero estaba lleno de fórmulas de derivadas e integrales, así como también un par de cálculos usando de la física.

En su escritorio hecho un caos había un par de bocetos de lo que era un nuevo traje y unos artefactos. La mujer miraba la pizarra atenta intentando descifrar que salió mal.

Se tocó su cabello y lo sacudió mientras daba un grito agudo. Se quitó sus lentes y tocó sus ojos y dejó salir un agotador suspiró.

—¿Por qué no logro encontrar la respuesta? —Se preguntó a sí misma. Tomó la taza de café y dio un sorbo.

Al instante recordó aquel día cuando llegó a la ciudad de Japón, como primer punto en su lista quería ver a su amigo Izuku, pero no creyó saber que él estaba por morir.

No sabía los detalles, pues él no quiso hablar de eso, pero es su amigo y quería ayudarlo, por eso estaba construyendo un nuevo traje para que sea resistente a cualquier cosa, pero sus intentos fallaban. El fabricarle un traje solo era un invento propio y no estaba relacionando con la empresa que la había contratado.

Melissa Shield estaba asustada y estresada.

Asustada porque la persona que quiere está por morir y estresada porque sus inventos están fracasando, además de que se está atrasando con su verdadera labor en la compañía.
Esta era su única forma de ayudar, no podía estar a su lado como ella lo deseaba: compartiendo momentos de alegría y tomar su mano cada vez que ella se sentía sola; pero entendía perfectamente que el corazón de Izuku le pertenecía a alguien más.

Muchas veces se debatió en decirle a los amigos de él sobre el secreto, pero no estaba segura si era su deber, confiaba en Izuku y estaba segura que había un motivo de porque lo ocultaba.

—Parece que no va bien, eh —dijo el presidente de la compañía STARS mirando todo el desastre en el laboratorio.

—S-señor Hitomiko, perdone todo esté caos, pero ya lo sabe, los grandes genios no somos nada ordenados, cuando aparece una idea solo la probamos —se excusó mientras reía.

—Está bien, son cosas de inventores —dijo con una sonrisa nerviosa. —Estaba pensando que las abejas robóticas que hiciste tengan una función para atacar o aturdir.

—¿Usted cree eso? Las fabrique con el propósito de espionaje, ¿eso ayudará a los héroes a cumplir su misión? —Ajustó sus lentes dando un pequeño empujón. —Abejas robóticas para atacar.

—Por supuesto, las actualizaciones son lo mejor —dijo sonriendo y se retiró del laboratorio.

Al entrar a su oficina estaba un hombre de cabello azabache esperándolo en un rincón.

—¿Y bien? —Preguntó con aburrimiento.

—Le he dicho que las fabricará, calculo que en unas semanas estarán listas, pero por favor, Dabi-sama no lastime a mi familia.

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En otra parte de la ciudad.
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Izuku Midoriya

Estiraría mintiendo si niego que todas las noches me pongo a pensar en Ochako, me siento como un adolescente a pesar de tener 24 años, pero esto, el sentimiento de amar es totalmente nuevo para mí. Cuando me separo de ella los días se me hacen eternos para volver a verla, la espera me carcome poco a poco, y siento al mismo tiempo tristeza al estar alejado de ella.

Ese mismo día en la playa después de hablar sobre nuestros sentimientos, Ochako y yo fuimos a mi casa y lo hablamos con mi madre, ella estaba muy emocionada que lloraba de la felicidad, después de eso, Ochako se quedó a cenar con nosotros, como una familia y grabe ese momento en mi memoria: cuando Ochako se había manchado la mejilla de espagueti y me madre riéndose se la limpió con un pañuelo, por primera vez en mucho tiempo me sentía tranquilo, me sentía completo.

Pandora -IzuochaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora