El reencuentro

Capitulo 2

- Te recuerdo que lo de ser pareja es solo una tapadera para no tener que dar explicaciones de porque pasamos tanto tiempo juntos- le recordé por enésima vez.
- Ya lo sé Yoruichi- Susurró esta última parte con cara de querer molestarme.
- Aquí no me llames así Kisuke- le dije molesta- Tengo teorías de que el infiltrado va a mi clase- dije mientras comenzábamos a andar dirección a mi casa.
-¿Y por qué crees eso?- empezó a investigar con su teléfono a ver si descubría algún trapo sucio sobre Asano.
-¿No te parece raro que justo cuando me dices que hay un infiltrado trasladen a un alumno nuevo a mi clase?- le comenté lo que le había dicho anteriormente a Sonia-Además, cuando llegué a clase noté un gran reiatsu.
-Investigaré sobre ese chico cuando llegue a casa-comentó- Bueno, hemos llegado- me hizo una reverencia de broma-Pase señorita Sihoin.
-Hasta mañana Cientufico-le dije siguiendo la broma.
Abrí el portal y subí hasta mi piso cuando se abrió la puerta de al lado . "Pensaba que este apartamento estaba vacío" Aunque lo más sorprendente fue quien salió del piso.
-Ah, hola Jenni- me saludó.
-¿Keigo? ¿Vives aquí?- le pregunté sorprendida
-Me acabo de instalar, iba a estar en un apartamento más céntrico pero me dejó tirado y cogí el más cercano al instituto- empezó a contarme-¿Sabes de algún sitio donde comprar por aquí cerca?
-Dios calles más abajo tienes un supermercado- le respondí borde, no me fiaba de él y no pensaba entablar ningún tipo de relación con él.
-Vale, muchas gracias-empezó a bajar las escaleras y yo entré en mi apartamento.
-Hogar dulce hogar- dije para mi misma.
Empecé a preparar mi cena cuando mi móvil empezó a sonar. Era un hollow, un alma que no ha podido ir a la sociedad de almas.
Recibí una llamada de Urahara.
-¿Qué quieres?-respondí mientras quitaba la sartén del fuego.
-¿No vas a ir?- Dijo intentando incitarme
-Que vaya el infiltrado, yo ya no tengo nada que ver con ese mundo- colgué.
Cené y me tumbé en el sofá a ver la televisión cuando oí un ruido en mi habitación.
-¿Quién anda ahí?- Dije mientras cogía la katana que tenía escondida y me dirigí al cuarto.
-¿Jenni?- Dijo una voz adolorida-¿Eres tú?
-¿Qué haces aquí Keigo?- Estaba alucinando. Tenía delante a Keigo vestido de shinigami con una gran herida en el pecho.
-¿Puedes verme?- hizo una gran mueca de dolor.
-No hables anda- suspiré-voy a por el botiquín para curarte las heridas.
-Gracias Jen...- en ese momento se desmayó.
-¡Keigo!¡Oye!¡Responde!- Grité desesperada.