•.¸♡ ᴍᴀᴋᴇ ᴀ ᴡɪsʜ ♡¸.•

Rain and wine

Sam

Lena venía con 20 minutos de retraso, algo demasiado normal en ella en estos días, mi mejor amiga antes era la persona más puntual del mundo pero en los últimos meses he visto que ha cambiado y no solo hablo de volverse impuntual, su mente parece siempre estar en otra parte aun que físicamente este delante de mí, justo cuando tomo mi móvil para marcarle, ella cruza la puerta de la cafetería, esta que es su favorita porque tiene temática parisina, viene con sus típicos lentes negros y su ropa formal, creo que ver a Lena desalineada es algo que jamás va a pasar.

Lena ―Lo siento Sam, el trabajos se me acumulo y tenía que dejar todo listo para más tarde― Decía eso dejando mi bolso y sacando los lentes de sol de mi rostro.

Sam― No te preocupes, tu pagaras. ― me quede mirando a Lena que solo hizo un gesto queriendo parecer una sonrisa la cual no apareció.

Lena― Esta hecho. ― Finalmente me senté y mire la carta, no sabía porque lo hacía ya que siempre terminaba pidiendo lo mismo, llevo años viniendo aquí y el café americano con una rebanada de pastel de chocolate siempre ha sido mi pedido, descubrí este sitio una tarde de invierno, cuando tenía mi mente hecha un lio y el frio empezaba a calar mis huesos, lo que más llamó mi atención fue el nombre de la cafetera. "Paris is for lovers only" un nombre extraño pero con lo enamorada que yo estaba de la idea de parís en ese momento me atrapo, entre y recuerdo que el calor inundo mi cuerpo, haciéndome sentir una paz extraña pero agradable, si le sumamos que Paris siempre fue el sueño que compartí con ella, no habia sitio más perfecto, ojalá algún día ella hubiera estado en este lugar, sé que le habría encantado.

Sam― Americano y pastel de chocolate― Lena bajo la carta y me miro a los ojos. ― Es lo que vas a pedir.

Lena― Oh si claro.

Sam― Ya lo están preparando.

Lena― Me conoces bien, gracias.

Sam―Siempre pides eso en este sitio, aun que tenía tiempo que no veníamos aquí.

Lena― Lo sé, pero hoy me sentía nostálgica.

Sam― Es lo malo del invierno, nos hace más sensibles.

Lena― El invierno no tiene nada que ver, empecé a sentirme así incluso antes de otoño.

Sam― ¿Le sigues echando de menos? ― Lena solo me miro por unos segundos antes de que sus ojos se cristalisaran y desviara la mirada a la ventana como si lo que pasaba afuera ahora fuese lo más importante.

Lena

El nudo en mi garganta empezó a sentirse con más presión, a veces yo misma me hacia esa pregunta y la respuesta siempre era la misma y venia acompañada del mismo sentimiento agridulce― Siempre le echo de menos. ― Volví a concentrar mi vista en un punto en la nada para que las lágrimas que amenazaban por salir no lo hicieran.

Sam― Puedo preguntar algo.

Lena― Ya lo hiciste.

Sam― Algo sobre ella. ― Lena llevo sus manos a su cabello intentando recobrar el control de sus emociones, ese gesto siempre lo hacía cuando sentía que estas la rebasaban.

Lena― Depende de que preguntes, sabes que...

Sam― Sé que no hablas de ella, lo se Lena.

Lena

El café llego a la mesa, una taza de parís, un estúpido y cotidiano objeto para muchos, a mí me hizo sonreír, me recordaba la taza que yo tenía en mi armario, guardada celosamente para que no se rompiera ya que habia sido un regalo de ella hacia mí, hace ya algunos años, tome un sorbo de café, sentí como el líquido caliente pasaba por mi garganta y el calor que emanaba la taza calentaba mis manos, esperando que Sam verbalizara la pregunta que su mente estaba formulando.