Cuando JaeMin nació, sus padres aún se querían. Y si le preguntan, no tiene una manera exacta de señalar el momento exacto en el que todo pareció romperse en mil pedazos.
JaeMin cree que fue algo paulatino, que tomó su tiempo. Según los recuerdos que su madre se encargó de pasarle antes de morir, su padre poco a poco comenzó a mostrar enojo en tareas cotidianas que su madre no hacía. Si no tenía ganas de cocinar, su padre bufaría y se mostraría incómodo y enojado con la idea de pedir comida afuera. Si su madre no lavaba los platos, su padre diría que no era una buena omega. Si no quería hacer las compras, se negaría a hacerlas o ayudar con ellas.
A pesar del constante maltrato, de todas formas, su madre parecía más que feliz de permanecer a su lado. JaeMin muchas veces se preguntó la razón. ¿Acaso su madre había sido diagnosticada con depresión? ¿Sus padres le habían enseñado que sufrir ese maltrato debía ser respetado únicamente porque provenía de un alfa? Cualquier respuesta posible le ponía los pelos de punta a JaeMin.
No conforme con el maltrato hacia su madre, su padre también dedicó gran parte de sus horas a maltratar a JaeMin. Y es que el señor Na siempre dijo que su hijo era un niño extraño.
Nadie sabía del todo la razón de este pensamiento. Tal vez lo cambios de humor tan bruscos, siendo JaeMin la mayor parte del tiempo una persona dulce y tranquila, excepto cuando alguien le levantaba la mano a su madre, momento en el cual sería capaz inclusive de gruñir. Algunos decían que se debía a que JaeMin era un alfa, pero el resto lo negaba; no había forma de que una persona como Min fuese un alfa, no cuando se comportaba como un omega.
JaeMin siempre fue una persona más pequeña en cuanto a contextura corporal, inclusive ahora a pesar de tener 23 años. Desde pequeño sus mejillas fueron más bien redondas y suaves, como si pidieran a gritos ser estiradas o mordidas; su rostro en general siempre fue más redondo que marcado. Jamás elevaba la voz ni le gritaba a nadie, sintiendo que aquella forma de actuar era demasiado inhumana y cruel. Le hacía caso a sus padres sin chistar, sin dudarlo siquiera dos segundos, mostrándose dócil y sumiso ante sus palabras. Siempre estuvo más pegado a su madre, prefiriendo mil veces el acompañarla a hacer las compras o hacer los quehaceres de la casa antes de salir a jugar con sus amigos.
Estos dos últimos puntos eran de los que más le enojaban a su padre.
Todos sabían que el señor Na quería tener como hijo a un alfa fuerte y que se hiciera respetar. Nunca se mostró muy contento hacia los omegas hombres, y era claro que no reconocería a su hijo si se presentaba como uno. Había amenazado varias veces a su madre (creyendo que JaeMin no escuchaba) con cambiar a su hijo de una u otra forma, no importándole el daño a futuro.
Tal vez fue un golpe de suerte, tal vez una desdicha más que añadir a la lista, pero JaeMin se presentó como Alfa a los 14, sorprendiendo hasta a su mismísima madre. Pero, en lugar de alegrarse, su padre no sintió nada más que vergüenza por tener de hijo a un alfa tan condenadamente débil y sumiso. JaeMin, por otro lado, pronto llegó a la conclusión de que le daba igual ser alfa u omega; no creía que un estatus social, un segundo género, tuviese mucho que ver con su forma de ser. Claro, sabía que cuando creciera probablemente se volvería más territorial sobre su futura pareja, pero por el momento solamente tenía 14 años, ¿realmente importaba si sus mejillas eran más rellenas que las del resto?
Jamás dijo todo eso en voz alta, de todas formas. No quería causarle más problemas a su madre de los que ya tenía de por sí. Su madre llegó a preguntárselo; tal vez JaeMin no era realmente sumiso, pero simplemente quería intentar proteger a su madre a como diese lugar. Era una pena que el chico no supiese que siendo de esa manera, tan sólo le causaba más problemas a la señora Na, siendo ella la culpable de lo "desviado" de JaeMin a ojos del señor Na.
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not what it looks like.┊nomin.
Fanfictionjaemin tiene cabello rosa pastel y una sonrisa encantadora y amable, pero huele a café amargo y madera. jeno tiene una mandíbula marcada y ojos afilados, pero huele a chocolate blanco y fresas. TW - mención y descripción de abuso familiar. - menció...