Esta Navidad no será como las demás. Los elfos navideños lo saben con certeza. En otros tiempos, se respiraba la festividad navideña a lo largo y ancho del Polo Norte. Los abetos se llenaban de coloridas luces que alumbraban hasta el último rincón. Villancicos se escuchaban por doquier, y el olor a galletas recién horneadas impregnaba los alrededores. La nariz de Rodolfo se iluminaba con un fulgor sin igual.
Todos trabajaban con énfasis y dedicación para que cada uno de los niños recibieran su regalo. Las mesas quedaban ahogadas en un mar de planos que, con vivos colores, mostraban el proceso de elaboración de millones de juguetes.
Pero...¿Qué es lo que ha sucedido este año?
El trineo volador está olvidado en una de las esquinas, carente de adornos y cubierto de una fina capa de polvo, sin más acompañante que una antigua bolsa mágica que remotamente fue roja, pero que por el tiempo y el descuido, ha terminado desteñida y con agujeros.
Una delgada línea de luz se filtra por debajo de una de las puertas de esta industria de sueños. Adentrémonos en esta habitación, donde un viejito gordinflón vestido de rojo, se mece suavemente frente a la chimenea, rememorando el pasado.
Sí, no estás equivocado. Ese mágico ser de barba blanca como la nieve es Santa Claus.
Te preguntarás: ¿Por que está tan absorto en sus pensamientos?
Resulta que Santa ya no es feliz, los niños han dejado de creer en él y aseguran que sólo es una simple invención.
Después de mucho meditar, por fín ha tomado una decisión. Ya no será ese señor amigable que reparte regalos en su trineo conducido por renos. Este año repartirá: "pesadillas".
Ha trazado su plan minuciosamente y, después de mucho esperar, ha llegado la hora.
. . .Un empolvado trineo de nieve , sobrevuela el oscuro cielo nocturno.
Planea sobre las pequeñas casas de la civilización, tan juntas que se asemejan a hormiguitas.
Un señor baja con cuidado por una de las apretadas chimeneas y, grande es su asombro cuando observa aquel escenario. El salón es pequeño y humilde, pero sin embargo muestra con orgullo a un pequeño árbol de Navidad fabricado manualmente, sin más luces que un desgastado casquito de vela. Muy cerca, una carta en su sobre ruega por ser leída.
Santa la lee con mucho cuidado mientras una lágrima cae de sus ojos y se pierde entre los cabellos de su barba. Escrita con una garabateada letra está la frase:"Santa, gracias por existir"
No se necesita más para darnos cuenta de que lo real y verdadero en estas fechas, no es más que el maravilloso hecho de regalar sin esperar nada a cambio.
Es la época en la que el amor y la gratitud se hacen presentes y en la que la magia y la realidad forman un maravilloso cóctel de felicidad.
¿Y tú? ¿Qué estás esperando? Corre y agradece a tu familia y amigos por ser parte de tu vida, y por regalarte momentos llenos de dicha.
ESTÁS LEYENDO
Santa, gracias por existir.
القصة القصيرةSin duda alguna, la Navidad es una de las épocas más importantes dentro del año. Diciembre es un mes para compartir con la familia, los amigos; para agradecer por todo lo bueno que nos ha sucedido, y por todas esas experiencias que nos dejan enseñan...