This Glass House [traducción]

𝐈

"El alma siempre sabe como sanarse a sí misma, el desafío es silenciar la mente".

-Caroline Myss

Louis se despertó de su pacífico sueño por los besos ligeros como una pluma que se presionaron en la suave piel a lo largo del lado derecho de su rostro. En un intento por escapar de la sensación de cosquillas se volteó y se hundió más en la almohada, tratando de reprimir una sonrisa.

"Buenos días, mi hermoso omega" gruñó Harry suavemente, para no asustar a su adormilado esposo.

"Buenos días, Alfa" murmuró Louis, la voz ligeramente amortiguada por la almohada de felpa.

"Es hora de levantarse, mi amor".

"Mm, pero estaba durmiendo tan bien", el omega se quejó suavemente para diversión de su alfa.

Pasaron unos segundos de silencio antes de que Louis rodara sobre su espalda, con los ojos aún cerrados. Harry sujetó al cansado omega con sus musculosos brazos y continuó depositando suaves besos al dulce rostro de su amado. El alfa pensó que era adorable cómo Louis arrugaba la nariz cada vez que colocaba sus labios en la característica boop-able.

"Abre y déjame ver esos maravillosos ojos, precioso omega".

Louis bostezó en silencio, los ojos nublados se abrieron lentamente. Su pecho compacto rozó brevemente el de Harry mientras su espalda se arqueaba fuera de la cama, las articulaciones estallaron cuando sus delgados brazos se extendieron sobre su cabeza en un satisfactorio estiramiento. Una sonrisa gentil se abrió camino en el rostro del alfa ante la linda exhibición debajo de él, teniendo que esquivar ligeramente los movimientos del omega para evitar ser golpeado en la cara.

"Ah, ahí están. Los ojos azules más hermosos de todo el universo".

"Todo el universo, ¿eh?".

"Oh, sí, y el ser más divino que jamás haya honrado a la Madre Tierra. La diosa afrodita hierve de envidia por tu belleza". Le sonrió a su poco impresionado compañero, con caninos alfa orgullosamente expuestos.

Louis rodó los ojos en broma, pero le lanzó a su esposo una sonrisa divertida, aunque somnolienta. "Eres tan cursi, alfa".

Él olió dos veces, sus sentidos finalmente se despertaron. "Ew, y apestas también. Por favor, ve a la ducha". Su rostro se contrajo de disgusto, colocando un dedo debajo de sus fosas nasales para bloquear el penetrante olor.

Harry olisqueó una de sus axilas y se encogió de hombros. Sabía que no olía lo mejor, acababa de completar una intensa carrera de tres millas diez minutos antes.

Sin embargo, estar sudoroso y un poco mal no había disuadido al alfa de meterse en la cama con su exquisita pareja. Cada vez que completaba un entrenamiento riguroso, los últimos restos de su energía se destinaban a querer meter su polla dentro de un agujero cálido y estrecho. Y con una pareja tan deliciosa como la suya, no se le podía culpar al alfa por desear enterrarse donde su omega era más sensible.

Harry acarició el costado del suave cuello de Louis, haciendo que el omega se riera ante la sensación de su espinosa barba, e inhaló el aroma satisfactorio que fluía de su glándula. El dulce olor de las manzanas impregnaba el aire en pequeñas cantidades con cada salto del pulso del omega.

"Mm, bueno, yo creo que tú hueles delicioso, omega". Harry gimió, moviendo sus caderas a un ritmo profundo y constante sobre el delicado cuerpo debajo de él. Lamió y luego colocó un rápido beso en el punto del pulso de Louis antes de proceder a hacer lo mismo en el otro lado del cuello del omega.