Usted, y mi cinismo.

60 4 0
                                    

Jueves 31 de octubre de 2013.

                Luego de mi rutina del día a día y una vez en clase me encuentro en una práctica de fogueo en un terreno baldío a las afueras del municipio con todos mis compañeros.

                Llevamos toda la mañana en la práctica y ya no cabe más hollín en mis fosas nasales, me encuentro cubierta de barro hasta en mi pelo para poder soportar el calor de las llamas, creo que no tengo cejas y también tengo codos y puños rasgados aunque ya dejaron de sangrar, me encuentro pensando en mi lugar feliz cuando de repente siento la presión del chorro de agua que me saca de mis pensamientos.

—   ¡DESPERTATE CUARTICO! —escucho la voz de mi tutor mientras intenta hacerme caer en el barro y me pega en chorro liso* en las piernas.

—   ¡Yo estoy despierta no joda! (1) —le grito en respuesta.

—   Bueno corre hasta el camión y bajáme dos tramos de 1½ p.(2) ¡pero ya!

Salgo corriendo evitando caerme milagrosamente y agarro los dos tramos de manguera y poniendo uno entre mis piernas lanzo el primero desenrollándolo y conectándolo a la bomba del camión, luego abro uno de los compartimientos del mismo y saco un Pitón* también de 1½ p. corro con él hasta el extremo del tramo y hago el mismo proceso, lanzo el tramo y lo conecto con el que ya había lanzado antes, inmediatamente corro al extremo y conecto el Pitón en su extremo, en eso viene hacia mí mi instructor.

—   ¿Y quién coño te dijo que los conectaras?

—   Ah debe ser que te los iba a traer pa' que jugáramos a saltar la cuerda. —respondo con ironía, pues como ya lo conozco bien, sabia de ante mano que eso era exactamente lo que él quería que hiciera.

—   Verga te salváis porque me leíste la mente, es más, no te digo que valéis lo que pesáis porque no pesáis un coño. Andá pa' allá animal del monte. —me da un empujón para que regrese a mi lugar y me quita el tramo.

Seguimos con la práctica hasta las 4:30 pm y ya estoy más que agotada.

—   Nada mejor que pasar tu cumpleaños a los golpes. —pienso con ironía.

Con unos seis kilos de más en barro, humo, suciedad, agua y cansancio en la ropa, me preparo para subirme en el camión e ir al cuartel a asearme un poco antes de irme a casa, pero entonces el peso de unas manos cae en mis hombros.

—   Aja cuartico de pollo, —El Diablo me habla desde su lugar, malicia irradia de su tono de voz— me dijeron un dato, al parecer, supuestamente, a según... estáis cumpliendo añitos...

—   Ah la verga. —digo para mí misma.

—   Creías que yo no sabía nada. ¿Verdad?

—   Eso esperaba mi sargento.

—   Bueno, pues te jodiste. —en eso agarra un cono de transito flexible que tenemos en el camión y lo usa de megáfono— Paren bolas (3) cuerda de animales, resulta que la señorita aquí presente esta de cumpleaños, ya saben el protocolo.

Todos se sonríen, hacen un túnel humano con dos filas y se miran entre si, El diablo me empuja y yo paso corriendo entre ellos mientras bajo la mirada y me cubro la cara con los brazos.

Patadas, golpes, manotazos y jalones de pelo, ese es el ritual del cumpleañero. Al regresar y haberme "bañado", pues sólo me quité el exceso de mugre para poder llegar a casa y hacerlo bien, me llama mi instructor

—   Cuartico, vení acá, pasa por mi oficina que tengo que hablar con voz(4)

—   Entendido mi sargento, sólo deme unos minutos para recoger mi ropa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿A usted?.. Lo amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora