Tarjeta de Navidad [SaHyo]

I

"Nuestra relación es como Grinch y la navidad, una época amarga
que quiero que termine ya."

—¡Dime que esto no es en serio, Park!—Nayeon tira la tarjeta a su escritorio.

—Es un mensaje de ruptura para Navidad.—responde en un tono sarcástico.

—Sí. Muy Perfecto para la época del año donde más suicidios ocurren.—repite el tono sarcástico.—¡Quiero algo romántico, lindo y muy profundo!—le exige en voz alta.

—Oh eso, lo debiste aclarar antes. Quédate y espera, lo puedo hacer en unos segundos.

Jihyo agarra una hoja de papel en blanco y un bolígrafo de tinta roja, escribe. Nayeon golpea el escritorio de Jihyo con sus dedos, repitiendo el patrón una y otra vez, se detiene una vez  Jihyo le hace entrega de la hoja de papel.

"Querida amante, eres como la noche buena, corta, fría y deliciosa. Una vez al año se dará, una vez al año te voy a dar."

Nayeon suelta una risa nasal, luego rompe la hoja de papel, la arruga y se la tira en la cara a Jihyo.

—Tómate tu trabajo en serio, Jihyo. Ni las canciones de reggaetón tienen esos versos  metafóricamente vulgares.—cruzas sus brazos.—¡Quiero una tarjeta de navidad! ¡Una romántica, apasionada y cursi! ¿Es difícil? ¿Acaso es difícil?

—Sí, es difícil. ¿Por qué no se puede escribir un simple feliz navidad? Se le pide a Chaeyoung que haga un sencillo diseño de Santa en su trineo o los Reyes magos.

—Porque diseño bonito, más mensaje bonito, llama la atención, la llamada de atención genera compras y demandas, entre más demanda más dinero.

—No pues, mente de tiburón.

—A ver Jihyo, como buena capitalista, quiero seguir generando dinero. ¡Tienes dos horas para presentarme la tarjeta! Te hablo como tu jefa, no como tu amiga. Recuerda reunirte con Chaeyoung para cuadrar los diseños con los mensajes. Nos vemos en la sala de juntas.

—¡Espera! ¿Dos horas? ¿Solo dos horas? No tengo la suficiente inspiración para crear un mensaje romántico en dos horas.—sostiene el brazo de su jefa.—Hablemos con Chaeyoung, que nos haga un diseño de la famosa bailarina Hirai Momo, con una nota de voz que diga: "All I Want for Christmas Is Pink Lamborghini!"—imita la voz.

—¡Que gran creatividad, Jihyo!—alaba ella aún manteniendo su tono de sarcasmo y se suelta del agarre de Jihyo.—Pero prefiero la tarjeta de navidad romántica. ¿Cuantas parejas no estarán satisfechas por tu lindo mensaje navideño y romántico? ¡Comienza a trabajar ya! Solo tienes una hora con cincuenta y siete minutos.—dice y simula mirar su reloj, para luego se marcharse del departamento de escritores.

—¡Dios! ¿Qué voy hacer?—golpea su cabeza sobre el escritorio una y otra vez.

—¿Dios? ¿Le estás preguntando a Dios?—una voz dulce le pregunta a Jihyo. Ella levanta su cabeza y ve a su compañera Mina.—Pensé que eras agnóstica.

—Cuando uno está desesperado, dice cosas sin sentidos. No hablemos de mis creencias ahora. Dime Mina, ¿estás enamorada?

—No. Estoy de cumpleaños, mi bisabuela cumple un siglo, y vamos a celebrárselo.—le muestra una de las tarjetas que está preparando.

"¡Feliz primer siglo!
Ni un vampiro es tan inmortal
como lo eres tú."

Jihyo lee la tarjeta brevemente y ve el lindo diseño de la abuela vampiresa.

—Ojalá la tarjeta que me pidió Nayeon fuera de cumpleaños. ¡Feliz primer siglo abuelita! Continúa siendo eterna y atropellando a los más jóvenes, o algo así...—dice estresada.

—No seas así Jihyo. Yo cuando necesito inspirarme en una tarjeta romántica, imagino el rostro de mi amor platónico y coloco una imagen de un lindo paisaje en mi computador.

—Eso intenté, pero nada.

—Tus tarjetas son muy buenas. No dudo que las románticas sean iguales, ¿puedo echarle un vistazo?

Jihyo asiente con la cabeza, y Mina agarra un papel surtido que esta en el escritorio.

"Las rosas se reemplazan por pascuas, como mi canoa por tus pestañas."

Mina lee en voz alta y se queda callada.

—¿Qué tal?

—¿Te digo la verdad? ¿Qué quieres decir "como mi canoa por tus pestañas"?

—No me digas la verdad y esa frase solo salió.

—Jamás imaginé que fueras tan mala escribiendo mensajes románticos, este parece un mensaje triple X.

—Sí, lo sé. Soy un asco.

—Te inspira fácilmente con tus amigos, familia o compañeros. Pero, ¿tu pareja no te inspiras?

—No tengo pareja, Minari. Ahora, ¿me ayudarás a escribir un mensaje romántico o no?

—Lo siento. No puedo. Pero, ¿por qué no vas a una cafetería? Tal vez veas a una linda chica, y eso te inspire.

—Estamos en pandemia, hay límite de tiempo en los sitios de comida.

—Bueno, busquemos otra opción...—se queda pensando varios segundos.—¿tienes tinder?

—No.

—Es extraño.

–¿Te parece extraño que no tenga tinder? Una aplicación que mayormente la utilizan solterones, infieles o depredadores.

—También se utiliza para hacer amigos, y los solterones, infieles y depredadores están en cualquier red social.—aclara su punto.—Además, tú estás soltera. Deberías intentar, y si ves la foto de una hermosa chica y...

—¡No!

—Bueno, solo intentaba ayudarte.

—Mina, ¿no te gusta alguien?

—Sí. Pero no escribiré un mensaje para que te lleves todo el crédito.

—No necesito que me escribas el mensaje, solo necesito ayuda.

—¿Por qué no hablas con Minatozaki?

—¿La empleada que está situada en el departamento de editores?

–Sí. He visto sus tuits y es muy buena.—Mina se coloca al lado de Jihyo, desbloquea su celular y le muestra la cadena de hilos de Tuits de Sana.

"Oh querida, cuánto anhelo que tus distraídos ojos se fijen en mí, te juro que no te vas arrepentir. Experimenta conmigo el amor a primera vista, por si aún no crees en él, yo te voy hacer caer."

—¡Es demasiado cursi y extraño!—dice un poco avergonzada.—Pero... se admite que sí es buena en esto del romance. ¿Puedes contactarte con ella?

—Yo no, pero te daré el número de extensión. Es 4567.

Jihyo agarra el teléfono y marca los dígitos, se queda esperando en línea unos segundos.

—JYP Editorial, ¿en qué le puedo ayudar?

—Soy Park Jihyo, empleada del departamento de escritura y creación. ¿Se encuentra Minatozaki Sana?

—Soy yo. ¿Qué necesitas?

—¿Puedes dirigirte a mi oficina un momento? Para conversar un asunto del que necesito tu ayuda. Bueno, si no estás muy ocupada.

—No, no, no... no estoy ocupada. Por supuesto, estaré allí en dos minutos.

—Te espero, ¡Gracias!