Prólogo.

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El dolor era insoportable, lágrimas caían de su rostro ensangrentado, estaba tirado en el piso, su ropa manchada con su propia sangre, su piel era gris sin ningún rasgo de vida, su cabello marrón completamente desarreglado, ese hombre parecía un cadáver y de hecho faltaba poco para que lo fuera, con toda la fuerza que tenía en esos momento pronunció las siguientes palabras provocándose así mismo más dolor y abriendo mas sus heridas, manchando mas el piso con su propia sangre.

- ¿por qué? - pronunció débilmente ante la oscuridad absoluta de la noche.

Sorpresivamente obtuvo una respuesta....

- ¿por qué? me sorprende que aun no te des cuenta - respondió una voz femenina proveniente de una alcantarilla la cual estaba al lado del casi muerto hombre - es simple - respondió - tú fuiste el culpable de matar a nuestro hermano o ¿acaso lo haz olvidado Michael? -

Unos ojos violeta resplandecieron desde la alcantarilla...

- quizás aún no mueras Michael, pero no hay suficiente energía en tu cuerpo, máximo aguantaras un día - la voz y el resplandor de los ojos poco a poco se fue desvaneciendo - adiós chico, hermano, hijo - esto último fue dicho en un pequeño susurro tan pequeño que el hombre ni siquiera lo captaría, además las voces cambiaron de tono al momento de decir las palabras, la primera fue la fusión de un chico y una chica, la segunda era la de una niña que de la nada aumentaba su tono de voz hasta sonar el de una mujer y por último se escuchó la voz de una mujer la cual parecía triste.

Michael escuchó pasos, sin embargo el sonido se iba alejando, hasta que de un momento a otro ya no logro oírlos más, el hombre se quedó ahí solo, en su agonía en su propio dolor, lo habían usado como una coraza y lo desecharon así sin más, ese animatronico, esos animatronicos se unieron entre si formando uno solo y escaparon de ese lugar usando su cuerpo, ella lo planeo todo y el ciegamente confio en Circus Baby, su hermana, y ese había sido el resultado de esa confianza.

Con todas sus fuerzas Michael se levantó, su cuerpo le dolía, lágrimas caían de sus ojos, el dolor era de los mil infiernos, pero sabía que no podría quedarse ahí tirado, sabía que debía volver a su hogar, sin mas Michael caminó hasta su casa, tardo mucho mas de lo que debería pero como culparlo, su cuerpo estaba prácticamente destruido, dejo un pequeño rastro de sangre algo imperceptible durante el camino, sin tiempo que perder el hombre se dirigió a su cuarto y allí se tiró en su cama, ya no le importaba nada, sabía que solo le quedaba un día de vida, la muerte era su único destino y él lo había aceptado, una pequeña lágrima cayó de su ojo antes de caer profundamente dormido por el dolor y el cansancio.

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Final del prólogo...


Cambio de escenario (FNAF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora