Brutalidad

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A la mañana siguiente desperté como de costumbre y me encamine a la escuela pretendiendo que no había pasado nada.

Antonio vivía solo aquí en la ciudad, pues sus padres son del campo y tiene que vivir solo en un pequeño departamento cerca de la escuela.

Llegue más temprano de lo normal y me senté en mi pupitre, me coloqué mis audífonos y escuché música un rato  para relajarme, llego el profesor e inicio la clase con normalidad.

Antonio se sentaba justo detrás de mí pero no había llegado, y me preocupe por el sinceramente, tenía que algo le hubiera pasado y no me pude concentrar en la clase.

Antonio efectivamente si llego a clases solo que una hora tarde, pero nadie le dijo nada por eso, como si no importara.

Sonó la campana que indicaba el receso y todos salieron del aula, excepto por Antonio y yo. El se me acerco y dijo:
- ¿Bueno perra entonces serás mía o que?
- No lo sé es tan repentino. Conteste con vos cortada.
Rápidamente el me sujeto del cabello y me aventó hacia el pisó.
- Lo siento no te voy a esperar. Dijo con voz fuerte.
- Esta bien, está bien, ¿que quieres que haga?. Le respondí después de unos segundos de confusión.
- Ven conmigo. Dijo antes de sujetarme del cabello y sacarme del aula, pronto me di cuenta que nos dirigíamos a la salida de la escuela y seguramente el me llevaría a su departamento, y aunque no lo crean estaba más nervioso por escapar de clase que por lo qué Antonio me pudiera hacer.

Efectivamente mis ideas eran correctas salimos de la escuela y el me llevó a su departamento, me arrojo a su sofá y serró con seguro todas las salidas.

Feminización: Cuando mi mejor amigo me convirtió en su esclava sissyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora