❝ Oh, por Dios... Seré como tu prostituto. ❞
❝ Jesucristo, Jun, ¡no lo digas así! ❞
🖇 adaptación de la novela "Rent A Boyfriend" de @myonlyway-
🖇 Jeamin; top & Renjun; bottom
🖇 jaejun/renmin y un poco de markhyuck.
🖇 todavía está...
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Realmente, detestaba a Na Jaemin. Profunda y sinceramente. No podía creer que estuviese diciendo esto, pero era cierto. Todo eso del imán de Renjuna, de la atracción inevitable, de su adorable nariz; acababa de irse a la basura. Na Jaemin no merecía tener derechos, mucho menos el respeto de Huang Renjun, a quien había traicionado vilmente, apuñalándolo por la espalda. Nunca más en su vida volvería a confiar en ese idiota para que tomase decisiones importantes que involucraran su salud física, su sanidad mental—
—Es sólo un parque de diversiones, Jun.
—No, ya nada.
Se cruzó de brazos, haciendo un puchero casi imperceptible mas que fue difícil reprimir. Is sili in pirqui di divirsiinis. Bueno, ¿qué tal si te asesino y vemos qué tan entretenido es morir?
Donghyuck había tenido la sensacional idea de ir en una cita doble a un parque de diversiones, a lo que Mark obviamente accedió, y cómo no, Jaemin también. Sin consultarle a Renjun y asumiendo que estaría a bordo con el plan. Ahora, rumbo al punto de encuentro que habían fijado con los amigos de Jaemin, se preguntaba qué demonios había cruzado el cerebro del pelirubio en aquel instante y si era demasiado tarde para huir.
—¿Cuál es el problema?— inquirió Jaemin, pisándole los talones mientras Renjun continuaba caminando, enfado visible emanando por sus poros—. ¿No te gustan las montañas rusas?
Ah... Si tan sólo supiera. Era mucho más que eso.
A Renjun no le desagradaban los parques de atracciones, no completamente. Disfrutaba los algodones de azúcar, los locales pequeños con juegos bobos —como botar una torre de latas o acertar en tiro con arco, para ganar un peluche. Sin embargo, habían otros factores que simplemente no podía soportar.
Por ejemplo, las alturas.
¿Por qué demonios alguien inventaría atracciones tan jodidamente altas? Montañas rusas, caída al vacío, la rueda de la fortuna. ¿Por qué todo tenía que estar a 100 metros del suelo? ¿Por qué no podían ser bonitos y seguros como el carrusel? O las tazas giratorias.
Si las atracciones fuesen de estatura normal, Renjun no sufriría del pánico abrasador que lo envolvía cada vez que se subía a una.
Para su desgracia, el pelirubio aparentemente no sólo era un violador de bocas, inteligente, primer lugar de su clase, con sonrisa de comercial de dentífrico, sino que también era un jodido clarividente.
