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RENT A BOYFRIEND | CAPÍTULO O31

Jamás había tenido relaciones con alguien

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Jamás había tenido relaciones con alguien... Dios, como mucho un par de manoseos torpes entre besos desordenados, pero jamás había tenido a un chico en una cama debajo de él, y estaba seguro de que aunque lo hubiese tenido antes, no habría sido tan jodidamente precioso como Huang Renjun.

Era adictivo el tan sólo verlo, sonrojado y ansioso, mientras suspiros de placer abandonaban sus labios conforme la fricción entre sus miembros bajo la tela se intensificaba.

Jaemin intentó recordar todo lo que había aprendido gracias a sus idiotas amigos de la universidad y los vídeos pornográficos de mala calidad que había visto de vez en cuando, esperando que aquellos conocimientos le resultaran útiles en dichas circunstancias. Mas se le hacía difícil pensar claramente con Renjun bajándole los pantalones con sus dedos delgados y temblorosos, quejándose por ser incapaz de deshacerse del cinturón.

Adorable.

Se relamió los labios y alegando ser buen anfitrión, retiró sus propios pantalones para tirarlos a un costado de la cama, volviendo inmediatamente a enfocarse en su lindo invitado de honor, quien por cierto, aún estaba usando demasiado ropa para su gusto. Se deshizo de la vestimenta del castaño, tragando saliva cuando expuso la piel blanquecina de su estómago y de sus piernas. Ah... Era definitivamente mucho mejor de lo que se hubiera imaginado.

—No me mires tanto...— se quejó Renjun, ocultándose tras su antebrazo. A Jaemin casi se le olvida cómo respirar.

Se inclinó para besar su cuello y luego deslizó su boca hacia el sur con una lentitud dolorosa, robando ruiditos de placer y fastidio de los labios enrojecidos de Renjun. Bañó con besos húmedos la piel blanca, tan tersa y lisa, que invitaba a morderla y a besarle unas cuantas marcas.

Sus manos se asieron en torno a los muslos moldeables de su castaño y Jaemin no tardó en hundir los dientes en la región del muslo interno, satisfaciéndose las irremediables ganas de mordisquear el cuerpo de Renjun, deleitándose con los gemidos que abandonaron involuntariamente la boca del castaño. Precioso.

—Jaeminnie— le llamó Renjun, enredando sus finos dedos en el cabello de Jaemin, para indicarle que se detuviera. El pelirubio apartó la boca de su piel, sintiéndose confusamente mareado.

—¿Qué sucede?— susurró, él mismo encontrándose sin aliento y alzando la mirada hacia su lindo novio falso, que le miraba con emociones contradictorias reflejadas en los ojos. Renjun mordió su labio inferior, con un aspecto dubitativo tiñendo su rostro sonrosado.

—Quiero que me beses— pidió finalmente, luciendo tímido por su propia petición. Jaemin casi pudo escuchar el hilo de su cordura rompiéndose. Renjun realmente era un terrón de azúcar, uno que él estaba más que dispuesto a devorar por completo.

Sus bocas se encontraron nuevamente y Jaemin intentó recordar vagamente dónde demonios había guardado el lubricante, siendo distraído con prontitud por las manos dulces de Renjun acariciando sus brazos y por las piernas dóciles que acababan de enredarse a su cintura. El calor expandiéndose por su pecho y por su estómago, hacia su parte inferior...

𝗥𝗘𝗡𝗧 𝗔 𝗕𝗢𝗬𝗙𝗥𝗜𝗘𝗡𝗗 | 𝗝𝗔𝗘𝗝𝗨𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora