Once.

En cuanto Carol cerró el ordenador y se quitó los cascos, varios mensajes vibraron en su móvil, que descansaba en la mesa que usó para hacer la entrevista con las argentinas. Aún estaba sonriendo cuando lo cogió y le dio la vuelta para mirar quién le había escrito.

En las notificaciones, tenía un mensaje de WhatsApp de Roger dándole la enhorabuena por la entrevista, hacía tres días que no lo veía. Él se había quedado con su familia en la montaña y ella había bajado al Delta del Ebro a ver a sus padres. Las cosas con Roger no iban todo lo bien que a ella le gustaría y habían decidido que unos días separados les darían el aire que necesitaban los dos. Le contestó con un escueto "Gracias" y un emoticono sonriente para no parecer demasiado distante.

Otra de las notificaciones de la famosa aplicación, era de Anto Garzía, en él le daba la enhorabuena y le reñía por haber cantado antes de tiempo algo que saldría más adelante. Carol se echó a reír en cuanto leyó el apodo con el que le había bautizado todo el equipo y parte del fandom: Carol "Spoiler" Rovira.

Se metió en la cuenta de twitter que tenía para ver que decía el fandom sobre la entrevista. Aquella cuenta, en la que se hacía pasar por una fan más, le daba muchas alegrías. Podía ver lo que decían de ella y de Paula sin estar expuesta y sin recibir miles de notificaciones al día como le pasaba a la rubia. No podía parar de sonreírle al teléfono al leer a aquellas personas emocionadas por las respuestas que dio a las dos actrices argentinas y, al parecer, estaban entusiasmadas con la idea de que ella y su compañera de trabajo tuvieran una relación amorosa en la vida real.

Justo en ese momento, la madre de Carol hizo su aparición en la habitación donde se había encerrado para tener más privacidad.

- ¿Qué tal fue la entrevista? – preguntó al abrir la puerta.

- ¿Qué? – dijo distraída la actriz antes de levantar la mirada de su móvil. - ¡Ah! Bien, mamá. Son muy divertidas esas dos. – le aseguró sonriendo.

- ¿Qué estabas viendo en el móvil que estabas con esa cara de boba? – volvió a preguntar la más mayor.

- Nada. Que me he metido en twitter a cotillear y a la gente parece que le ha gustado la entrevista. Mira. – y levantó su móvil para que su madre viera alguno de los comentarios.

- ¿Qué es eso de Paurol? – dijo la madre mirando con atención la pequeña pantalla.

Carol volvió a girar su teléfono y se ruborizó, mientras agachaba la mirada hacia el aparato y movía lo tweets con su dedo índice.

- Nada. Que se han inventado un nombre como Luimelia, pero para Paula y para mí...ya sabes Paula y Carol, pues Paurol. – decía sin levantar la vista de su móvil. – Una tontería.

- Ya... - dijo la madre enarcando una ceja y sonriendo de medio lado. Era un gesto que, claramente, Carol había heredado. – Pues me gusta como suena. – soltó.

- Sí...tienen mucha imaginación, ¿no? – y, ahora sí, la actriz levantó la vista para mirar a su madre. – Ya ves...Paula y yo... menuda locura.

- Sí, sí... - afirmó con cierto tono de mofa su progenitora. – Una locura auténtica. Anda...vente a cenar – dijo intentando aguantarse la risa justo antes de salir de la habitación y dejar a su hija con la palabra en la boca.

Estaba recogiendo su botella de agua mientras se levantaba de su asiento, cuando sintió su teléfono vibrar de nuevo. Y al mirar quién era, su corazón se aceleró.

- Paula... - murmuró mirando la pantalla.

Volvió a sentarse y abrió la notificación.

"¡Ey! He visto la entrevista y has estado maravillosa... bueno... como siempre, la verdad"