Helado de vainilla, helado de chocolate, helado de cereza, helado de almendra, helado de caramelo, helado de pistacho, helado de menta pitufo, helado de fresa, helado de avellana, helado de yogurt, helado de cheesecake, helado de plátano...
Choi Beo...
Todo salía perfecto en la exitosa heladería Blue Hour. La cual es muy concurrida hasta en el peor verano de Seúl y es que su variedad de sabores eran tan exquisitos que hasta pensar en el sabor se te hace agua la boca. No se trataba solamente de que los sabores eran de buena calidad si no también de que la familia Choi tenía la originalidad de inventar sabores nuevos con combinaciones innovadoras y extravagantes. Unos decían que era por tantos años de experiencia quizá, pero es que los Choi tenían un talento y dote innovador para trabajar este postre.
Una heladería que fue pasando de generación en generación.
Una dulce herencia.
A pesar de ser famosa los precios eran adecuados. Todos podían disfrutar de estos helados con la compañía de sus seres queridos y de admirar el precioso lugar en el que se situaba, era tan tranquilo como adaptado para niños.
Un pequeño de 8 años ayudaba a su madre con las entregas muy entusiasmado por su primer trabajo, era sueño cumplido para el pequeño Choi BeomGyu el ayudar a sus padres en su maravilloso trabajo.
Una encantadora sonrisa se posaba en los labios del azabache al entregar los helados, los clientes achinaban sus ojos y sonreían en grande por la ternura que les causaba el pequeño.
—Bebé, ¿puedes entregar esto último por mí? Necesito atender esta llamada.
—Está bien mami. —Sonrió.
—SeulGi, te dejo a cargo unos minutos ya vuelvo.
La castaña asintió posicionándose a la derecha del pequeño BeomGyu para ayudarlo.
La Sra. Choi salió de la tienda para contestar, en ese instante la chica de castaña cabellera presionó el botón rojo para que en la pantalla saliera el número 210 y poder recibir su pedido.
—Muchas gracias jovencito.
—De nada Señora, tenga un lindo día. —Mostró una de sus mejores sonrisas para agitar su mano despidiendo a la mujer.
La señora Choi volvió al local tras atender la llamada.
—Gracias Seulgi por haberte quedado a cargo. —sonrió con cansancio.
—¡No es nada Sra. Choi!
Y tras una sonrisa y una reverencia la joven se retiró.
Beomgyu se acercó a su progenitora a toda velocidad para abrazarla.
—¡Mamiii te extrañé! —Beomgyu hizo un puchero en el abrazo y la Sra Choi sonrió enternecida.—Mami ¿puedo llevar helado de Blue hour para merendar mañana en el recreo? —Beomgyu alzó la cabeza para mirar a su progenitora con los ojos brillantes como si de un cachorro se tratará rogando para que su madre aceptará.
La Sra. Choi suspiró y comenzó a acariciar con dulzura los cabellos de su hijo.
—Cariño, el helado se derretirá y será helado triste, no te lo podrás comer y además ensuciarás tus manitas y ropa.
—Pero mamiii —Beomgyu dió saltitos con desespero.—¡En la sala de profesores hay una nevera enorme y congeladores, la srta SunHee me ama mucho y seguro que me lo guarda ahí hasta el receso! Venga mami por favoorr. —Beomgyu incremento sus saltitos a forma de berrinche instalando un puchero en sus labios.
La Sra Choi sonrió.
—Bueeeno está bien Gyu, en ese caso si pero si se derrite me enterare porque le preguntaré a la Srta. SunHee y no podrás volver a llevar helado. Prométeme que no ensuciarás tu uniforme.
—Lo prometo. —Llevo su mano derecha en el pecho donde se posiciona el corazón y la derecha en alto como promesa para luego abrazarla nuevamente.—Quiero helado de oreo.
—Bien, dile a Seulgi que te lo prepare en un envase para llevar ¿Si? Terminaré con estos pedidos más y volveremos a casa.
—Voy
La Sra. Choi suspiró, era obvio que su hijo era demasiado adorable y no se le podía negar nada a este.
¿Y qué más daba?
Solo llevaría helado un día ¿cierto?
La Sra. Choi se equivocó respecto a eso debido a que acabaron siendo todos los días la misma historia en la que Beomgyu insistía y ella aceptaba además la Srta. SunHee guardaba su helado en la nevera para que este se mantuviera frío y sin derretirse.
Y sin darse cuenta Beomgyu ya se había convertido en el Ice Cream Boy del colegio.
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