𝐒𝐖𝐀𝐋𝐋𝐎𝐖 ─ 𝗷,𝗷𝗮𝗲𝗵𝘆𝘂𝗻 ✔

Parte 3

La lujuria puede meterte en problemas, pero no es nada comparado con lo que el amor puede hacer.

Con lujuria, sabías exactamente en lo que te estabas metiendo. Habia un acuerdo y unas pocas líneas que nunca se cruzarán. Cada parte consintió. La primera vez, aunque aterradora, estaba llena de exploración y emoción. A veces, las folladas eran rápidas, con alguien siempre viniendose demasiado pronto, o no haciéndolo en absoluto. Otras veces, las cogidas eran deliberadamente lentas y tortuosas, pero siempre era divertido. La lujuria estaba destinada a ser ligera y libre de todo lo malo. La lujuria nunca fue destinada a ser algo que pudiera ser perdonado.

Con amor, las cosas se ponian difíciles. Los acuerdos podrían convertirse en argumentos. La persona de la que te enamoraste puede no amarte de la manera que quieres, o no hacerlo en absoluto. Pasas tus días pensando en esa persona en el exterior de tu burbuja: sosteniendo su mano en público, caminando a casa y esperando un beso de buenas noches. El amor, aunque era paciente y amable, podría hacerte odiar todo lo que solías amar de una persona. Añadiendo celos en eso, bueno, hay una posibilidad de que el amor eventualmente introduzca al odio.

Estas cosas siguieron corriendo por tu mente todo el día. En el trabajo, te preocupaba que hubieras caído demasiado por Jaehyun. En el gimnasio, dejas que la música de tus auriculares te lleve lejos a fantasías que nunca existirían. En casa, pensaste en John, y si Jaehyun estaba diciendo la verdad cuando dijo que le gustabas más. Tenías problemas para dormir. Estabas evitando los textos de Jaehyun, que eran tan escasos.

Cuando tus emociones finalmente empezaron a hervir, un paquete llegó a tu puerta, seguido de un golpe. Sólo había una triste caja marrón a tus pies, sin nombre, sin nada, y sin persona a la vista, pero sabías de quién era. Lo pateaste. Pensaste en cerrar la puerta y volver a tu vida y revolcarte en tu propia miseria, pero él pensamiento de él te seguiría persiguiendo hasta que te rindieras.

"Bien, voy a jugar." dijiste, en voz alta.

Cogiste la caja y cerraste la puerta principal. No abriste el paquete de inmediato. Sólo lo miraste fijamente en la mesa de tu comedor, girando tu cutter en tus dedos, tu cabeza en la mano y tus miedos manteniéndote pegada a tu silla.

"Soy una mujer adulta", dijiste. "Esto es una estupidez. No debería tener miedo de una cajita.

Aún así, no te moviste. Colocaste el cortador en la mesa y miraste a tu alrededor la vida que construiste para ti. Todo a tu alrededor gritaba promedio. Tu apartamento era pequeño y no tenía mucha personalidad. Tenías algunas plantas en las ventanas que se estaban muriendo, un montón de zapatos sucios en una pila en tu puerta principal, y ninguno de tus muebles coincidía como los de tu madre. Mirando a tu alrededor, tenías que preguntarte qué vio Jaehyun en ti. La idea te trajo de vuelta a la noche que lo conociste.

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Hace 1 año

Te prometiste que nunca llorarías por un chico, pero ahí estabas, soplando tus mocos en medio de un estacionamiento vacío del centro comercial. Tiraste cada pañuelo en el suelo de tu auto después de limpiarte la cara de lágrimas y mocos. Te habrías avergonzado si no te hubieras compadeciendo tanto por ti misma. Además, no había nadie por aquí para ver tu caída personal. El centro comercial había cerrado hace más de una hora y sólo estabas tú, tus sollozos y el ping de los mensajes de texto de tu celular. Cogiste el teléfono y abriste los mensajes de preocupación antes de tirar tu teléfono celular por la ventana. Si te iba a llamar dramática, le ibas a dar honor a ese nombre.