Llamarada

Prólogo

Corre, Eve.

Entonces en medio del caos, confusión y el pánico de las personas corrí con el objetivo de llegar a casa. Sabía que debía llegar a la puerta este del palacio y correr en línea recta para poder llegar a mi destino; sin embargo, el ejército y demás nobles estaban capturando a todas las personas que cruzaban por su camino. 

No importa qué esté pasando a tu alrededor, apégate a tu misión.

Había logrado evadir a los soldados y nobles; llegué a una plaza donde se suponía que tenía que seguir el desfile, todas las personas estaban frenéticas y desorientadas. Tal vez podía ayudarlas, tal vez las podía llevar conmigo, tal vez las podía orientar hacia un lugar seguro pero tenía que seguir con mi misión.

Si dudas, cariño, morirás  ¿entiendes?.

Por fin llegué al bosque. Mi casa no debería estar tan lejos ¿verdad?. Línea recta. Tenía que seguir corriendo en línea recta como ellos me dijeron. No debía moverme a ninguna otra dirección, no debía dudar o todo terminaría mal.

¿Cansancio? Omítelo hasta que llegues a casa.

Una flecha se encuentra reposando en la coba de un árbol. Significa que casa está cerca; no me falta mucho para llegar a mi destino. Tengo que seguir corriendo no importa qué tan cansada y agitada me siento.

Cuando llegues, solo vas a tener que esperar por nosotros.

Llegué, me metí a mi habitación y tal como ellos dijeron los esperé. Sabía que llegarían al día siguiente pero llegarían. Una vez juntos podríamos celebrar nuestra victoria.

Nunca llegaron.