Cap 1: Ajedrez bajo las estrellas

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Ya había pasado media hora desde que nuestros niños se adentraron en el monte Fujikasane, las Glicinias hace rato que dejaron de brillar, ahora la luna era la encargada de iluminar sus caminos

─bien, lo importante es movernos lo mayor posible durante las noches y aprovechar el día para descansar ─señalo Ray mientras corría, siendo seguido por Emma

─vayamos al Este ─propuso ella con una sonrisa casual─, donde la luz del sol nos pegué apenas amanezca ¿te parece?

─si... bien pensado ─respondio serio mirándola de reojo, para después retomar la vista al frente y seguir tanteando el camino

─hey, ¿sigues preocupado por mí? ─pregunto al notar la mirada juzgadora del chico

Ray tardó un poco en responder. En su mente tenía atorada una frase que se repetía constantemente como una canción pegadiza

"Cuida de Emma, Ray"

Y no sólo éso. Algunos recuerdos de ya varios años atrás aparecían de repente cada vez que miraba a su compañera, como si estuviera comparándola con la Emma de antes

Lo cual era curioso porque Emma seguía siendo Emma

─tal vez... Estoy un poco preocupado ─respondio a secas

─ah? ¡Pero si ya te dije que no debías preocuparte tanto! ─exclamo Emma con los ojos en blanco y el ceño fruncido─ O sea, está bien que lo hagas pero...

─¡cuidado!─

El grito de Ray la puso en alerta, pero antes de que ella pudiera reaccionar una mano salió de la tierra. Los dedos buscaron de aferrarse a su cuello y aplastarlo hasta romperlo

"Atenta Emma, voy a lanzar la pelota"

"¿que esperas? ¡Hazlo de una vez!"

"Pero no te distraigas, no quiero que Mamá me regañe si te doy en la cabeza"

"¡No te preocupes! ¡Tengo los reflejos de un súpergato! Puedo esquivar y atrapar lo que sea!"

La mano se cerró al rededor de su cuello; no obstante, no sintió nada.

Emma se encontraba en el aire, después de haber saltado

─«logre esquivarlo ¡Estuvo cerca!» ─penso antes de aterrizar junto a Ray

La mano que salió de la tierra fue seguida por su dueño; Un demonio azulado, de piel pálida y complexión esquelética.

─Mmm carne fresca ─mascullo el demonio, esbozando una sonrisa macabra. Se les quedó mirando al mismo tiempo que se daba palmadas en la cabeza para deshacerse de la tierra acumulada en su oreja─. Oye viejo, despierta yá.

Un segundo demonio emergió de la tierra, igual de escuálido que el anterior, con la diferencia de que su piel era roja

─¿que pasá, viejo? ¿Ya estamos en temporada? ─pregunto, con un rostro somnoliento y demacrado

─Si viejo, ya estamos en temporada

El demonio rojo sonrió de oreja a oreja, dejando atrás su ánimo anterior

─oh! ¡Que bien! ¡tengo hambre! ¿cuando fue la última vez que comimos?

Mientras los demonios conversaban, Emma y Ray los miraban con ojos depredadores. Ya tenían sus manos rodeando las empuñaduras de sus respectivas espadas

─no nos darán tiempo de escapar ─ analizo Ray─. Terminemos rápido con ellos y sigamos antes de que vengan más.

─¿"Terminemos"? ─dijo un poco confundida─ creí que no confiabas en mis habilidades

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2020 ⏰

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