Mente en penumbra

Los recuerdos de una risa

El tic tac del reloj cada vez se hace más profundo y no puedo dejar de pensar cómo habría sido si hubiera evitado todo. Mi madre se encuentra peleando con mi padre en la cocina, creo que ahora así es como expresan su amor el uno al otro. El amor... ¿Es realmente eso lo que nos mantiene adelante o el deseo de seguir? Cualquiera de las dos creo que no las tengo. 

Cada día es más largo que el anterior y cada vez son más pesados que el anterior. Habría podido haber evitado todo esto si no hubiera peleado con él ese día, con mi dulce angelito; ¿estará sufriendo en donde sea que esté? No lo sé y no creo que haya manera de encontrarlo. 

No he hecho la tarea en toda la semana y no encuentro la necesidad de hacerla porque sacar un buen promedio no va a garantizarme una buena vida que voy a acabar odiando por no tener tiempo para mí misma gracias a mi horrible y pesado trabajo. 

Mis pensamientos aumentan cada vez más y no hay manera de controlarlos, siento como si alguien me vigilara y analizara todo el tiempo para anotar cada uno de mis errores y recordármelos por toda la eternidad. Me siento esperando algo cuando perfectamente sé que no va a pasar nada y el simple hecho de pensarlo me hace sentir peor. ¿Si ahora mismo me cayera del tejado en el que estoy sentada me mataría? ¿O solo me rompería un par de huesos? ¿Mis padres vendrían a ayudarme o me dejarían sangrando en el piso? No lo sé y tampoco quiero saberlo, quiero deshacerme de todo esto. De pequeña me quebré el brazo y no sentí miedo por mí, sentí miedo por lo que mis papás me dirían al hacerlos gastar en el hospital, ¿Será culpa de mis padres mi situación actual? Está mal culpar a las personas y mucho más a tus padres.

Quiero creer que hay algo después de la muerte pero una parte de mí sigue diciendo que al morir simplemente dejamos de existir. Eso no es tan malo como pasar toda la eternidad quemándote en el infierno lamentándote de todo lo que hiciste en tu vida, aunque en el caso de la gente mala sí que deberían. Si al morir dejamos de existir, ¿por qué hay almas que se quedan aquí atrapadas? Entonces uno pensaría que lo más lógico es la reencarnación pero, en mi opinión, creo que eso es prácticamente lo mismo a dejar de existir. Mueres y naces otra vez olvidando toda tu vida, por así decirlo dejas de existir o al meno tu viejo yo. 

Mi hermano falleció hace seis meses cuando salió corriendo al tener una discusión conmigo, cosa que provocó que un camión lo atropellara.  Sabía perfectamente que él no controlaba bien sus impulsos y aún así discutí con él, era consciente de que podría salir corriendo y morir en el proceso, sabía que tal vez podría morir y arruinar la vida de toda mi familia y aún así lo hice. Nunca pensé que uno de mis pensamientos se hiciera realidad y al final vaya que lo fue. 

Mis padres están en proceso de divorcio y cada vez se vuelve más difícil hablarle a cualquiera de los dos, en especial cuando eres la culpable de la muerte de su hijo.

Cuando me veo al espejo veo mis enormes ojeras junto y mi pálida piel y me doy asco. ¿Cómo es posible que haya un ser humano tan feo? Obviamente si yo lo noté las demás personas lo han de hacer. No entiendo cómo normalizamos que haya violencia pero no que todos los estereotipos de belleza sean falsos, tal vez así me sentiría mejor con respecto a mi físico. Mi mamá siempre me ha dicho que soy una niña linda pero, ¿qué madre no le dice eso a sus hijos? Para las mamás siempre vamos a ser su motivo de vida, vamos a ser ese pequeño rayo de Sol en un día nublado y nos van a cuidar como si fuéramos la cosa más valiosa del mundo, sólo que para ellas sí lo somos en su mundo. Durante estos seis meses he estado esperando que mi mamás logre perdonarme y me ayude a superar la muerte de mi pequeño ángel pero la realidad es otra.

Mis ocho horas de sueño diarias pasaron a ser tan sólo dos, con suerte llego a las tres horas. Durante toda la noche me la paso imaginando mi vida si él no hubiera muerto, luego de un rato empiezo a auto insultarme y termino quedándome dormida por tanto llorar. Soy muy cobarde al no poder cortarme porque me da miedo el dolor, me gustaría intentarlo y saber si eso de verdad te ayuda o sólo te hace sentir peor. Hay momentos en la noche en los que empiezo a escuchar los latidos de mi corazón y cada vez me cuesta más respirar, para ese punto puedo casi asegurar que empiezo a escuchar susurros; cada que pasa eso cierro mis ojos hasta quedar profundamente dormida. Me gustaría poder quedarme en mis sueños para siempre y crear mi vida perfecta y controlarla como yo quisiera sin sorpresas y sin desgracias. Mi vida soñada es una donde pueda pasarla junto a mi hermano y apoyarlo en todas sus dificultades y metas, poder acompañarlo a todos los lugares que le dan miedo y decirle que no pasa nada porque yo estoy ahí, pero por mi culpa eso sólo puedo desearlo.

¿Por qué lo hice? ¿Por qué justo en ese instante tuve que enojarme con él? ¿Por qué no e puse seguro a la puerta? ¿Por qué no evité que eso pasara? ¿Por qué no lo abracé para que no saliera corriendo? ¿Por qué no le advertí del camión que venía del otro lado de la calle? ¿Por qué fui tan estúpida...? Por favor vuelve... Prometo prestarte todas mis cosas sin renegar; prometo llevarte al zoológico cada fin de semana y comprarte un helado cada que vayamos de regreso; prometo ser la mejor hermana pero por favor vuelve. Sigo esperando el día en el que salgas de ese ataúd y digas que todo fue una broma para darme una lección y reír juntos mientras lloramos de la alegría. Todavía guardo el disfraz que querías usar en Halloween, aveces lo relleno con almohadas y lo abrazo mientras imagino que eres tú al que tengo entre mis brazos, imagino que eres tú al que le canto todos los días y al que protejo pase lo que pase.

¿Sabes? Siempre pensé que yo sería la primera en morir por la edad, pensé que en un futuro iba a ayudarte a superar a tu ex y que te llevaría a un lugar para hacerte sentir mejor. Cada noche voy a tu cuarto y leo un cuento a tu cama vacía imaginando que estás ahí dormido mientras te cuento la historia, la mayoría de veces ese cuento del oso que tanto te gusta. Cuando entro a tu cuarto de juegos puedo escucharte reír mientras imaginas un millón de historias nuevas y deslumbrantes mientras las recreas con tus juguetes. Recuerdo que cada noche decías que eras el elegido para una misión la cual era brindar alegría al mundo y hacer que todos olvidaran sus pesares, lástima que te fuiste sin cumplir tu propósito; normalmente te diría que lo cumpliría yo pero lo único que hago es atraer desgracias como tu ida de este mundo.

Nunca pude cumplir mi promesa de llevarte al acuario a ver peces de varias formas y colores. Perdón por todas esas promesas que no pude cumplir; perdón por no poder haberte llevado a pedir Halloween; perdón por no tirarme en trineo contigo y sobre todo perdón por rendirme así de fácil. Todo lo que hice mal en mi vida supongo que lo estoy pagando con tu muerte, este es el peor castigo que pude haber imaginado. Ya no sé cómo seguir adelante y no lo quiero seguir buscando, no puedo hacerlo sin ti a mi lado.

Unas personas nacieron destinadas a tener una vida larga y hermosa, otras simplemente están destinadas a tener todo lo contrario. Tal vez podría seguir adelante si siguiera intentando pero no quiero tener una vida sin mi pequeño ángel y sin la luz de mi vida. Creo que esta vez debo simplemente rendirme y dejarme llevar por mis impulsos. Recuerdo cuando reíamos sin parar porque le habíamos hecho una broma a papá justo un día antes de tu muerte, creo que esa fue la última vez que reí y me alegro de que haya sido a tu lado y no con otra persona, pero no te preocupes, pronto llegaré contigo.

Al fin ha llegado la hora de cerrar el telón y apagar la última luz de esperanza que tengo. No te desesperes más, ya casi llego, espérame un poco más, hermano mío.