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𝗜𝗻𝘁𝗿𝗼𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻: La boda del siglo.

Matrimonio, nombre masculino, se define como la unión de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales y que es reconocida por la ley como familia. Una explicación simple para una celebración tan… Tediosa.

Al final del día, todos concordaban en que casarse era tedioso.

En muchos casos, contraer matrimonio sería tan fácil como firmar un par de papeles y un gran libro en presencia de otras tres o cuatro personas, algo que para un chico que siempre ha estado rodeado de papeles legales, no sería extraño. Oh, pero las personas estaban hechas para complicar su propia existencia, claro que sí.

Para realizar un matrimonio apropiado, debías celebrar una boda completa. Una gran celebración, con vestidos blancos, decoraciones que representaran la pureza y trajes negros para contrastar, los invitados con alegría felicitarían a los novios, quizás habría niños correteando, flores, ramos y un precioso pastel que sería devorado por los estómagos voraces de todos los que esperaron entre ajustadas corbatas y tacones mientras alababan al amor incluso si no creían en él o ya estaban bastante fuera de sí como para siquiera reconocer a los celebrados del día.

Choi Beomgyu era una de esas personas que confió en el amor verdadero a pesar de jamás haberlo encontrado, la pasión de estar enamorado y las sensaciones no descritas de un romance sincero eran de sus cosas favoritas... Durante la adolescencia había sido así, en la actualidad, bueno, era mejor no hablarle mucho sobre el tema.

De todos modos, no encontraba atractivo en la realización formal de una ceremonia nupcial, al menos no hasta que llegó el día en que tuvo que organizar la suya, por supuesto aún no le veía el atractivo, pero no podía simplemente rechazar todos los preparativos que los padres de su novia tenían en mente ¿Verdad?

Pues debió haberlo hecho.

Algo de arrepentimiento se instaló en su cabeza luego de llevar un rato agachado tras una mesa. Desde lejos podía ver a su prometida formar un escándalo con su largo vestido moviéndose de un lado a otro mientras se arruinaba con sus alrededores cada vez más, ahí sintió la primera gota de arrepentimiento caer por su frente, cuando la escuchó gritar en un alarido casi endemoniado frente al padre y toda la familia, sintió otra gota más. En su cabeza estaba implorando que la mujer se callara, pero simplemente las cosas no sucedían como él lo quería.

No tuvo una ceremonia tranquila, no consiguió sobrevivir a los griteríos de su prometida, su abuelo quizás ya lo estaba sacando de su testamento en ese preciso momento. Tampoco logró evitar la tormenta que cierto tipo castaño le trajo al salón.

“Choi Soobin, ese maldito…” pensó el novio con rencor.

Tan solo un pequeño, diminuto e insignificante detalle sobre el novio fue suficiente para producir una réplica de la guerra de Troya entre sus familias, horas antes habría pensado sobre sus acciones con frialdad, pero en un momento como ese, el amar o ser amado no tenía tanta importancia como salvar el costoso pastel de boda que estaba por caer sobre la mujer más importante del evento.

Apenas allí cayó en cuenta de su patética situación, escondido tras una mesa junto al padre de la boda, en lugar de ser un caballero dispuesto a proteger a su prometida.

Su millonaria prometida…

一Maldita sea 一gruñó Choi con rabia antes de mirar el panorama desastroso una vez más y arrepentirse de ello en el camino.

Pensar que todo el caos había comenzado por algo tan sencillo como una intromisión inesperada seguida de un grito que aún no podía salir de su cabeza.

“Choi Beomgyu ¡Usted no puede casarse!”

Tanto los novios como los invitados habían mirado con escepticismo al recién llegado abogado, hasta que este mismo justificó sus palabras con un hecho irrefutable:

“Porque ya está casado con alguien más”.

Y bien, gracias a Choi Soobin y su estúpida declaración sinsentido ahora tenía una boda convertida en guerra, dinero perdido y a un desconocido como esposo.