No llores Leah.
¿Sabes que?
Si, mejor llora.
Todo lo que puedas.
Saca ese sentimiento.
Dejalo correr con el viento.
Mira el cielo, mira las estrellas.
Son las mismas que yo veo, las mismas que todos ven.
Llora Leah.
Y verás que todo se calma.
Dile un Adiós al viento para que luego regrese.
Sabes que este siempre estará presente contigo, como lo están tus amigos.
Llora y vive Leah.