Parte 2 El cerdito menor.

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El lobo relamió sus labios disfrutando la angelical imagen del pequeño cerdito retorciendos de miedo entre sus brazos. Toda criatura lucharía hasta el final en busca de sobrevivir y eso es lo que mas le gustaba al lobo, sentir como la voluntad de su presa cedía lentamente ante el, dejándole vía libre para devorarle.

-No me comas por favor! -continuaba suplicando una y otra vez resultando en vano puesto que el lobo hacia oídos sordos su petición.

El cerdito no paraba de llorar y retorcerse de miedo, quería escapar y buscar a sus hermanos para avisarles, decirles que un peligroso lobo los quería comer. Por un instante sintió el agarre en su cuello desaparecer y caer al piso nuevamente, con todo el dolor del golpe se lanzó a correr desesperado por alejarse del lobo e ir con sus hermanos.

El depredador por su parte sonrió adivinando las intenciones del cerdito, el mismo le había liberado para disfrutar persiguiendole ¡No había escapatoria!

El cerdito cerdito corrió y cirio entre los árboles ignorando el dolor de sus rodillas al caer, o los raspones en su cuerpo por las ramas de los árboles. Entonces vio el claro del prado, el final del bosque y su corazón se sintió aliviado. ¡Había escapado!

No le duró mucho la felicidad porque una grande y áspera mano detuvo su cuerpo sin mucho esfuerzo alzandolo del suelo y aprisionadole contra su cuerpo.

-¿Te divertiste pequeño travieso? -gruñó el lobo al oído del cerdito menor -Yo si que me divertí y mucho viéndote correr desesperado por salvarte. ¿Qué pensaste dime? Te dejaría yo escapar cuando ya te informe que te iba a devorar.

El cerdito se paralizó al instante sintiendo la respiración cálida del lobo en su nuca, chocando contra su oído y estremeciendo cada rincón de su cuerpo se forma extraña. Tenía miedo, mucho miedo.

Trato de gritar en busca de ayuda consiguiendo que la otra mano de su captor cubriera su boca evitandole hacer algún sonido.

Negó en respuesta a la pregunta del lobo, abriendo luego los ojos de la impresión por aquellas palabras.

-Mi objetivo fue hacerte venir aquí, desde donde se ven tus hermanos trabajando ¿Es hermoso verlos no? -gruñó ansioso-. Aquí frente a ellos tu cuerpo probará el placer de ser devorado por mi. Tranquilo que cuando termine contigo ellos serán los siguientes -dicho esto lamió con descaro la mejilla del cerdito antes de tirarlo al suelo y subirse sobre el.

El cerdito chillo dolorido una vez más. Ese lobo era todo un salvaje, su pequeño trasero ya no aguantaba más golpes... INGENUO.

Observo como el lobo sonreía prepotente dándole una mirada que no supo decifrar, solo supo que más que morir tenía miedo de ser devorado por ese lobo feroz, devorado completamente.

Su ligera ropita desapareció en un instante con un solo zarpaso del lobo está quedó hecha añicos completamente. Cerró sus ojitos asustado esperando la muerte, no iba a luchar más si al final acabaría muriendo sin remedio. Pensó en sus lindos hermanos y que a ellos también les esperaba ese final. Suplicó para si mismo que si tenían que sufrir no sufrieran tanto como el. Entonces cuando pensaba que no volvería abrir los ojos sintió todo su cuerpo contraerse y estremecerse extrañamente. Abrió los ojos temeroso viendo al lobo entre sus piernas y con su pequeño miembro en su boca.

- Veo que no te resignaste a morir pequeño -sonrió -. Aunque me encargaría yo de darte otra vez ganas de vivir.

-¡¿No ibas a comerme?!

-Por supuesto que si, yo te dije que iba a devorarte de la forma mas placentera de todas -lamió lentamente la pequeña virilidad -. Mi objetivo siempre fue devorarte, y apreciaría que gritaras y lloraras cerdito o cambiare de opinión -amenazó con sus ojos color sangre reluciendo intimidantes.

Los tres cerditos y el lobo feroz. (Uchihacest) By ElizabethUchiha_BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora