It's not the same anymore [Spartor] OS

❄️ÚNICO❄️

Luego de años que aquella persona a la creíste haber olvidado, su risa, sus gestos, sus besos y sus caricias; ¿cómo es que el destino es tan jodido para hacer que ambos se encuentren nuevamente? Bueno, el mundo es muy pequeño cuando se trata de amor y más si es un amor que marcó algo en ti, de una manera que te dejó grabado todo lo que tú con tanto esfuerzo deseaste eliminar. Verlo de nuevo con aquella sonrisa, escuchar su risa nuevamente y como los besos y caricias le pertenecen a alguien más, es una mierda y una grieta nueva en tu corazón.

— ¿Todo bien? —preguntó el castaño que estaba en frente suyo, haciendo que despabile y lo mire.

— Si, todo bien no te preocupes —trato de sonreír, pero salió una mueca triste— ¿Ya compraste lo que querías?

El de baja estatura tarareó mirando dentro de su mochila— Sip, ya tengo todo —sonrió para mirar al oji verde, y abrazarlo su brazo derecho— Hay que irnos ya.

Sonrió por la acción del contrario, ambos empezaron a caminar hacia la salida de aquel centro comercial. Pensó que sería la última vez que lo vió, que escucharía su risa y que su sonrisa vuelva a aparecer en sus recuerdos sintiéndose vivo como en aquel tiempo; que tan equivocado estaba, porque el destino siempre tiene planes diferentes para todos y a veces, son para que termines algo que tú no lograste.

— ¿Enserio debemos ir? —preguntó mientras trataba de amarrar su corbata en frente del espejo de cuerpo completo, estaba desanimado— ¿No podemos quedarnos en casa y estar juntos como todos los días?

El otro solo soltó una pequeña risa mientras entraba a la habitación, el oji verde lo miró con un puchero— Sabes que me encantaría quedarme contigo en casa y estar juntos toda la noche —se acercó al más alto, agarrando la corbata y haciendo el nudo— pero le prometí a Rius que iríamos a su cena por su compromiso con Timba, así que debes acompañarme —lo miró con una sonrisa, el otro solo resopló, mirando a otro lugar de la habitación— Gonzalo Coronel.

— Miguel Bernal —contestó, el de baja estatura solo rio leve, para mirar serio al castaño oscuro.

— No te comportes como niño pequeño —el de orbes verdes siguió sin mirarlo, el menor suspiró— Sabes que si no vas Rius estará enojado contigo y yo también —suspiró resignado y miró a su pareja.

— Está bien, iré, pero solo porque no quiero enfrentar a Rius enojado y a mi novio también —sonrieron, el menor se paró un poco de puntas y dejar un casto beso en los labios del castaño oscuro.

— Bueno, andando —dijo, para salir de la habitación, dejando al otro con una sonrisa y ruborizado.