Polen De Estrellas.

Elipse

Conversando con la luna como todas las noches, ¿cómo fue tu día? te extrañé demasiado, ¿también lo has echo?. Conversaciones de insomnio que terminaban hasta el amanecer, donde los colores pastel te cobijan diciendo que es la llegada de el sol, el radiante faro opacador que es capaz de cubrir tu tenue iluminar transformandote en lo que el desea, un manipulador.
Espero con ansias la partida de el rey que te acompaña en los cielos, estando atento a él reloj cuando el acosador resplandor de el manipulador desciende dejando ver a lo lejos una blanca media luna que muy apenas se da a conocer, descobijandose de los colores inusuales del atardecer, donde al caer la noche eres la reina de el baile captando nuestras miradas hacia tu belleza, luciendo vestimenta elegante de lentejuelas, joyería elegante que resplandece en el cielo, las estrellas te quedan tan bien, pero ninguna es tan fantástica como tú. Así serán nuestros días, donde un fiel seguidor permanecerá a tu lado en espera de ser algún día un pendiente más de todos aquellos que adornan el cielo, soy paciente cumpliendo mis labores de el despertar y puntual en nuestras citas de noche; aunque mis ojos estén agotados de tanto cansancio, aunque mis huesos duelan como efecto de el largo recorrido que he experimentado, aunque el interior de mi cuerpo este vacío al no tener a nadie que lo complemente, permanezco a tu lado porque eres mi consejera y mi única razón de seguir en pie.

Un día con los anteriores te espere, estuve horas pegado a la ventana en espera que en ese paisaje obscuro me sonrías como todas las noches, ¿Dónde estás?, ¿se te hizo tarde? Te esperare todo lo que sea necesario, aunque las nubes quieran opacar tu brillo. Estuve esperando en nuestra cita, ¿qué pasó?, te llamé hasta que mis lágrimas no cesaron, donde el sueño fue más fuerte sin respetar mi desmoronó; puede que hayas estado cansada hoy, no hay problema tratándose de ti, hoy vas a resplandecer como todas las noches.

Has faltado más de doce veces a nuestras citas, pero aquí estoy; puntual y formal para nuestra velada especial, es temprano pero el día se siente agrio. Hoy todas las personas han salido a apreciar el cielo, desconozco el porque ya que ellas nunca ven el bello ambiente macabro que eres capaz de lograr por tu cuenta, al caminar entre la multitud oí la euforia, las noticias escribían tu nombre como acontecimiento de última hora ; ante el impacto observé el cielo que daba un ambiente diferente a el usual, ahí estabas tú...

De la mano de aquel engreído, juntos daban un espectáculo a los ojos de él mundo que consistía en una danza de alegría, luces tan radiante a su lado y con ese resplandor que ambos dan, mi corazón pierde brillo nublado mi vista con lágrimas de desilusión, nunca creí que semejante joya me traicionara. Llegando a casa después de semejante acto de repugnancia me dispuse a colapsar a la vista de las paredes de mi hogar, dejando que el sollozo de un ser desconsolado fluya como el agua de un lago, así fue nuestra velada de hoy.

Los días de el calandria vuelan como aves en temporada de invierno en busca de un cálido lugar, mientras yo sigo sintiendo el vacío que dejaste a causa de tu egoísmo.

Después de una jornada de ser miserable durante el día, me preparo para ser miserable por las noches; cobijo mi cuerpo con el manto de la depresión dándole la espalda a esa asquerosa ventana donde como idiota sonreía esperando la hora de tú llegada. Morfeo me llevaba entre sus manos a un escape de los horribles pensamientos de la realidad hasta que algo familiar captó mi atención, mi sombra se difumina por un ligero brillo que golpea desde la ventana, ¿con que poder vienes a mi?, sonriendo indignado cubrí mi cabeza con los recuerdos de ese día donde me rompiste el corazón.

Podrás hacerme quedar como el ingenuo de la historia, pero no como el estúpido con el que jugaras dos veces.