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─¡JAJAJAJA, ─No pudo evitar soltar una resonante carcajada─ ¿Hablas en serio?!
─Oye, ─E incomoda por las miradas, ella aún intentaba hacerle guardar silencio─ guarda silencio ¿Tan mala idea es?
─¿Quien en su vida invitaría a alguien a una cita en una biblioteca?
─¿Los amantes de la literatura? ─Aún que fue su idea, siquiera ella sabia a que se quiso referir y ello la confundió más que golpeteo sus rodillas molesta bajo la mesa─ ¡No me desanimes tan rápido, Lisa!
─No lo hago, solo digo que podrías esforzarte un poco más
─Si tanto insistes ¿Acaso tienes alguna idea?
─No exactamente ─Sinceró─ pero podría escoger un lugar que le guste a ambos. Por desgracia es muy complicado hacerlo si no tienes experiencia en citas.
─¿Y tu tienes experiencia en citas? ─Su claro silencio la delataba completamente─ ¿Tampoco sabes que hacer en una cita, verdad?
─¡No debe ser tan complicado, no me juzgues! ─Ahora, su amiga se molesto de la misma forma pero, repentinamente, su rostro cambió a uno horrorosamente picaro─ Y cambiando de tema, ¿Por qué no me dices quien es el lindo chico del que tanto hablas?
La de cabellos cortos barrio todo el cafe con la mirada, analizando cada chico llamativo que capturara su mirada. Sin contar a todas las personas adolecentes, solo uno de ellos pudo hacerla sonreir de una forma sospechosa que a la chica frente a ella la asusto por suponer de que se trataba.
─Es el ¿Cierto?
─¡No, no lo es! ─Susurro mientras golpeteaba con suavidad el brazo da Lisa─ Aun que... si es lindo
Si lo analizas bien, es de estatura media, facciones tranquilas y tiernas, gatunos ojos con los que miraba tan amablemente, teniendo lo que llamarían una perfecta gummy smile, cabellos rizados y azabaches, un leve lunar en su mejilla y con una voz ronca pero a su vez suave que desde su lugar podía oírlo. Innegablemente lindo para su vista.
─¡Disculpe!
─¡Si!
Lisa elevo la mano para llamar a uno de los meseros, que casualmente, quien capto la orden fue el mismo chico gatunos ojos que cordialmente ahora estaba parado frente a ambas con una amable sonrisa
─Un cappuccino, por favor ─Sonrió respetuosamente, el mesero anotó la orden en una pequeña libreta, y luego; ambos voltearon a mirar a la azabache de largos cabellos─ ¿Y tu, Ash?
─Aun no termino con mi libro ─Señalo el objeto en sus manos, aún le quedaban varias hojas por leer pero sería fácil terminarlo si prestaba la atención suficiente
─Por cierto ─Por curiosidad levanto la vista de su libro tras escuchar a su amiga Lisa hablarle nuevamente al trabajador de tan tierno y tranquilo parecer─, ¿Cual es tu nombre?
