Tae es un pequeño omega que oculta su aroma tras un trágico pasado, hasta que es descubierto por Hoseok, el alfa más fuerte del colegio.
Hoseok le enseñará que todos los Alfas no son iguales.
Tae le enseñara el verdadero significado de lo que es am...
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Las semanas pasaron, Tae y Hoseok se hicieron más cercanos, siempre estaban juntos en todo momento. Hoseok quería declararle sus sentimientos Tae pero no encontraba el momento adecuado.
- Hoy le diré, se lo diré, le diré que quiero tener algo más que una amistad con él - se decía a sí mismo Hoseok muy entusiasmado, Tae en verdad le gustaba y lo volvía completamente loco, quería besarlo, abrazarlo y más aún.
La Hora del receso había llegado y Hoseok había preparado una pequeña sorpresa para su pequeño.
- ¿A donde vamos?¿no almorzaremos en la cafetería? - pregunto Tae sorprendido, Hoseok lo había tomado de la mano y lo llevaba hacia la asotea del colegio.
- tengo una sorpresa para ti, ya verás- contesto Hoseok mientras guiaba al omega.
Antes de llegar a la asotea, Hoseok le tapó los ojos a Tae con sus manos y lo guió lentamente hacia el centro de esta. Tae aún sorprendido por la actitud del Alfa decidió seguirle el juego, sabía que, sea lo que sea, no sería nada malo.
- tadan! - dijo Hoseok sacando su mano del rostro de Tae cuando llegaron a su destino.
- owww ¿que es esto? - pregunto sorprendido Tae al ver la sorpresa.
Hoseok había preparado un rico almuerzo para Tae, su comida favorita, más su helado preferido y un gran chocolate, además de una rosa roja que decoraba la preparacion.
Hoseok tomo asiento e inmediatamente extendió su mano para que Tae la tomara y lo sentó junto a él.
- esto es para ti - dijo Hoseok tomando la rosa y dandosela a Tae, el cual lo tomó con nerviosismo y muy sonrojado.
- G..gracias, nunca me habíanregalado una rosa - dijo Tae nervioso.
- Tae! Hay algo que quiero confesarte y nose por donde empezar - dijo Hoseok tomando las manos de Tae para entrelasarlas con las suyas.
- mmmm - fue lo único que dijo Tae, se estaba dando una idea de lo que podría ser y eso le daba mucho miedo.
- Tu me gustas mucho, quiero que aceptes salir con migo - confeso Hoseok, acercándose lentamente a Tae hasta quedar frente a su rostro. Podía sentir su respiración y eso lo volvía loco, los labios rosados de Tae se veían tan apetecibles que quería comerlos.
Hoseok no pudo aguantar más y se impulsó a besar los labios de su pequeño omega, como lo esperaba, los labios de Tae eran tan suaves y dulces que no quería separarse.
Tae se dejó llevar por unos segundos, no sabía que besar a Hoseok lo haría sentir tan bien que quería más. Su lobo empezó a aullar de la emosion, movía su cola y brincaba de felicidad, el contacto con su alfa le hacía tan feliz.
