Capitulo 7

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Tae perdió la noción del tiempo que había pasado llorando en ese cubículo, claramente hoy no volvería clases, estaba tan asustado

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Tae perdió la noción del tiempo que había pasado llorando en ese cubículo, claramente hoy no volvería clases, estaba tan asustado.

Sus sentimientos se encontraban tan confundidos para él, pero esos recuerdos que venían a él lo empezaban a atormentar cada vez más. De repente se empezó a sentir asqueroso y sucio, fuertes náuseas se hicieron presentes pero de su boca solo salían arcadas.

No supo cómo, pero ya estaba dentro de su casa, más precisamente dentro de su habitacion, todo era tan confuso y borroso. Cargo la Tina y se sumergió en ella, lágrimas caían de sus ojos y se fundían en la cálida agua tibia donde el se encontraba.

No quería cerrar sus ojos, pues una avalancha de imágenes horribles lo atacaban.

- No...no quiero recordar - balbuceaba entre lágrimas - ¿Porque duele tanto?.

- Tae, tengo miedo - decia su lobo temblando.

V no podía evitar sentir lo que Tae, los dos eran iguales, débiles, asustadizos e inútiles asiun ambos.

Muchas veces el humano y su Lobo no son iguales aunque comparten el mismo cuerpo, habeces el humano es tímido y callado mientras su lobo es extrovertido u viceversa. Habeces el Humano es tranquilo y su Lobo agresivo, no siempre son iguales como en esta ocasión. 

Definitivamente Tae y V eran idénticos.

De repente golpes en la puerta del baño se hicieron presentes, era su madre.

- ¿Corazón?, ¿Tae eres ? - se escuchaba algo sorprendida, pues aún no era la hora que volviera a casa.

- Si ma, soy yo - Tae trato de no tartamudear.

- ¿Corazón paso algo?, ¿Estas bien? - dijo su madre preocupada.

- Si ma, no te preocupes, todo está bien. Yo... solo no me sentía bien - eso último lo dijo casi murmurando.

- oh corazón, yo iré a traerte un poco de chocolate caliente - esta vez si estaba preocupada.

Su madre salió de la habitación y se dirigió directamente a la cosina, puso la tetera a hervir, no podía evitar sentirse mal.

- Todo es mi culpa.

- mi maldita culpa.

- Soy una mala madre.

Lagrimas caían de los ojos de aquella madre, mientras preparaba los sándwiches de mermelada. Cada vez que su hijo tenía esos episodios ella no podía evitar sentirse así "culpable, tan culpable".

Ese vacío que se formaba en su interior era tan grande que nada lo podía llenar, lloraba cada día, no había un día en el que ella no llorara y se sintiera culpable a pesar de que los años pasaran, ella se sentía igual o peor.

Mi Pequeño Omega | HopeV |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora