Buscando Al Lobo -Sterek-

-Epílogo-

Tenía miedo

Subió corriendo, colocándose el anillo, que tenía un lobito como joya resaltante.

-Stiles.. --Se acerco al joven, y sí, tenía ropa puesta-- Me gustas --Tomó las manos del de ojos Whisky--

-Derek yo.. --El de ojos verdes claro, negó con la  cabeza, haciendo que dejara de hablar--

-Hace un tiempo.. Peter me preguntó por qué nunca te dije nada, sabiendo que estabas colado por mi --Miró al castaño--

-El hecho es que no te lo dije porque.. tenía miedo, tenía miedo de que algo te pasara, con tantas cosas que han estado sucediendo. Stiles, perderte sería lo peor.

-Eres.. mi mini mundo. Que cursi sonó eso --se tapó el rostro con una de sus manos--

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-Siempre fuiste un adolosente muy cursi, Derek --Hablo Peter desde abajo con una muy amplia sonrisa socarrona--

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-Peter cállate --Respondió con las mejillas rojitas-- Miec, a lo que quiero llegar es..

-Aún no sé como sabes mi nombre, ¿mi padre te lo dijo? --Preguntó acercándose un poco más al lobo--

-Déjame terminar --Hizo un juego con sus cejas, para luego terminar sonriendo notoriamente--

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-¡Déjate de flores y bésalo! --Esta vez habló Scott desde la planta baja, recibiendo una mirada confusa por parte del sherif--

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-Stiles.. eres especial para mi, eres mi chispa mágica --Subió una de sus manos al rostro del pecoso-- Hasta te tiraste por un precipicio.

-No fue nada --Susurró con una sonrisa, mientras jugagaba con sus dedos--

-Para mí sí, Sti --Miró sus ojos claros, para luego bajar su mirada a los labios rositas de Mieczylaw--

¿Acaso estaba soñando?, si algo le decía esa situación, era que estaba apunto de besar a su amor platónico casi imposible.

Y ahí estaba, Derek Hale acercandose lentamente a sus labios, deseoso de al fin sentirlos, saborearlos, y nunca más separarse de ellos. Fue un beso suave, cada uno disfruntando del momento, del sabor y el tiempo.

Acabava de a descubrir hace 5 minutos que Hale sentía algo por el, y ahora se estaban besando, todas esas hormonas alocadas lo hacian sentirse tan bien, era algo plasentero al fin sentir los labios del hombre lobo sobre los suyos, acariciandolo suavemente.

Por otro lado, Jhon se levantó de la mesa, ya se había tardado un poco y su cena se estaba enfriando. Y como perritos fieles que son, siguieron al sherif hasta la parte alta de la casa, el destino era: la habitación de Stiles.

-Oh Dios. --Jhon abrió los ojos de par en par, no estaba listo para ver esto--

-Papá --El castaño rompió el beso con el hombre lobo--

-¡Mieczylaw Stilinski, Derek Hale! --Exclamó sorpendido, pero como llamada de atención--

-Jhon solo es un beso --Se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa, hasta que el sherif lo miró--

-Me alegra que al fin Derek le haya dicho lo que siente --Habló mirando a los dos chicos--

-Pero no estoy listo para que mi pequeño hijo se este besano con su.. novio, en mi casa y encima es hombre lobo --Tragó saliva y se cruzó de brazos-- Al menos no lo hagan en mi delante.

-¿Eso significa que tú y Stiles ya..? --Scott fue el primero en sacarse la duda, reciviendo como respuesta una pequeña sonrisa--

-Creo que esto merece una mini celebración, ¿no creen? --Jordan se llevó al papá de Stiles a la cocina--

Scott se jaló a su mejor amigo y los otros dos solo bajaron en filita. Siendo esperados por una botella italiana de champagne rosa de 1921. Sí una original.

Y aunque no estaba del todo seguro que su hijo saliera con Derek Hale, quien antes era un fugitivo buscado por todo Becon Hills, y luego se perdió por un largo tiempo, para pasar a ser el novio de Stiles.

Sí, no estaba seguro.

Pero si su pequeño hiperactivo era feliz, eso le bastava para decir sí.

Desde ese momento Derek siempre tuvo cuidado con su pecoso favorito, mientras Stiles cuidaba como su supropia vida el anillo que le había regalo su lobito.

Como Hale lo prometió desayunaba con él todos los días, sin falta alguna.

-Podemos repetir la historia de Bella y Edduart --Bromeó con su padre, mientras se metía un bocado de ensalada de fruta--

Derek solo se atragantó con el desayuno y rió nervioso, viendo donde ocultar su rostro.

-No te vas. A casar. A los diesiocho, Stiles. --El sherif frunció el ceño, dandole un pequeño lapo en la frente, haciendo que su pequeño hijo hiperactivo riera--

-Fin