Me desperté a las 6 am, como siempre, me vestí y esperé a tomar locomoción para asistir a clases. Iba vestida con el uniforme, falda gris, bucaneras, zapatos, polerón azul con la insignia perteneciente(cabe decir que siempre estaba desaliñada pero no importaba), luego de un rato esperando, por fin llego un colectivo, lo tomé y me dirigí hacia el conductor:
— Al colegio San Gabriel, por favor—Me fui mirando por la ventana durante todo el camino, luego de llegar a mi parada me bajé y me encaminé hacia el convento el cual me esperaba para torturame. Caminé por el pasillo, con los auriculares puestos y la música a todo volúmen hasta que, llegué a la sala:
—Buenos días— dije, con voz soñolienta.
En realidad odiaba asistir a clases, si le dirigía la palabra a alguien era por nada más ni nada menos que cortesía, era bastante cínica en ese aspecto, sólo hablaba con mi grupo de amigas que para ese entonces, todavía no llegaba. Escucho aproximarse una voz muy en común, era Carol, ella era una de las que conformaba mi grupo de amigas, era la más madura y tetona, tenía un carisma y sabiduría que era envidiable, cada vez que se apoyaba se resaltaban sus tetas y pues me decía mi misma
— Algún día tendré—
Se reventó mi burbuja y oí a Carol saludarme
—Hola, Fernanda— dijo sonriente
—Hola, Carol— respondí, con una cara de culo
—Parece que no has dormido bien eh—
—No te sorprendas mujerzuela, en la mañana siempre tengo ésta cara pero en el transcurso del día irá cambiando— respondí optimista.
A medida que avanzaba la conversación, iban llegando mis otras amigas, Poly y Gracia. Poly era en físico parecida a Carol pero en actitudes era totalmente diferente, odiaba con mi alma sus actitudes, me mordía, me pegaba y hasta me insultaba, cosa que a mi obviamente me afectaba y por lo mismo quise mantener la distancia con ella hasta llegar al punto de ignorarla.—Hola, Fer— dijo Poly
—Hola, Fer— dijo Gracia
Ignoré a Poly y me dirige a Gracia—Hola— respondí alegremente
Poly se percató de mi "ley del hielo" y ni intentó hablarme, se rindió facilmente lo que para mi, no me llamó la atención en lo más mínimo, ya estaba cansada de que me molestara sin razón alguna y pues si se sentía mal, se lo merecía.
Estuve todo el recreo con Carol ya que, Gracia pasó el recreo con Poly para que no estuviese sola
—¿Sigues enojada con Poly?— preguntó Carol
—Pues sí, ¿Acaso no debería?— respondí
—No he dicho eso, sólo que ya llevan días enojadas y pues nada, no me gusta verlas distanciadas, son mis amigas y me duele en el alma verlas alejadas—
"¿Me duele en el alma?" Más me duele a mi, he sufrido bastante por todas las molestias que me ha causado Poly, !que sabe ella! Yo si que he sufrido, ¡la víctima soy yo!. Carol tenía razón en algunas cosas pero aún así yo era muy orgullosa y por lo mismo no iba a disculparme con Poly, ella era la que debía hacerlo.
Poly en lo que restaba el día, no intentó hablarme ni nada, chocábamos en ciertas circunstancias pero nada más que eso, no me esforcé en hablarle ya que no me importaba mucho, estaba demasiado enojada y sentida con todo lo que me había molestado, sonó el timbre el cual dio aviso para decir que ya era hora de regresar a clases, entré a la sala y me topé con la inombrable:—Córrete aweona— dijo Poly
—Se pide permiso— respondí
—¿Tienes el descaro para decirme que te pida permiso? bien weona debes ser—
—Mira, en ningún momento te he insultado así que mínimo tú no lo hagas, no hagas que pierda lo poco de cariño que me queda hacia tí— respondí seriamente
—No me importa perder tu amistad, así que te corres conchetumadre— respondió burlescamente
Me inmovilicé y Poly, enojada, me empujó, caí al suelo y en unos instantes se formó una pelea. Le pegué una patada a lo que ella reaccionó con una derecha, me paré y grité
—¡NI PIENSES EN QUE TE PERDONARÉ CONCHETUMADREEE, LA HAS LIADO COMPLETAMENTE CONMIGO, NO ME VUELVAS A HABLAR!—Luego de esa gran pelea, terminó el día, agarré mi mochila y a la salida Poly me miró con cara arrepentida, como era yo de orgullosa ni la miré y me encaminé hacia la parada de locomociones, me dije a mi misma
—Día largo y duro, me costará demasiado perdonarla, pero debo pensar en que todos cometemos errores, ¡ahg! Maldita Poly, desearía no tenerle tanto afecto, sino fuera por ello no la perdonaría pero ella debe poner de su parte, sino veo arrepentimiento de parte de ella no me quedará más remedio que seguir con la mala onda, después de todo no me cuesta nada—
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Momentos
Teen FictionFernanda Martinez es una chica de 15 años, es tímida, risueña, y le encanta leer. Le cuesta integrarse a la sociedad, pero con el transcurso del tiempo, comienza a vivir su vida, a tener problemas como toda persona, a enamorarse, a tener aventuras.