Dioses Oscuros

One shot

El otoño siempre es triste, frio y lúgubre, las cosechas paran, el ambiente es nostálgico y el frio te cala hasta los huesos, la estación más nostálgico y deprimente que pueden experimentar todos los mortales desde que tienen memoria pero los dioses solo saben que en algún tiempo pasado no fue así, todo fue causado gracias al Dios del inframundo, el amor hace muchas cosas nuevas para todos.

El jamás sintió ese caliente y dulce sentimiento durante toda su inmortal vida, vivía entre muertos y en un lugar húmedo y frio, casi sin contacto de otros dioses, solo almas... era bastante triste para otros dioses ver a un ser tan poderoso tan solo sin justificación.

El hombre era temible e intimidante, poderoso y silencioso, el hombre moreno no salió de sus dominios a menos que sea absolutamente necesario... hasta ese día.

-Hace mucho calor- Menciono el peli negro mientras hacía crecer un árbol de manzanas.

-Bruce, la tierra necesita ciertas cosas para florecer, una de ella, es una temperatura perfecta- La mujer de bellos cabellos negros miro con ternura a su joven hijo, Martha sabía que su pequeño heredero.

La Diosa de la agricultura hacia su tarea de vida, crear la vida desde la tierra y ayudar a los mortales a poder vivir de ella, su pequeño hijo Bruce, era un joven de apariencia armónica, un Dios muy bello de ojos azules, piel blanca y cabello negro, Dios de la primavera, increíblemente a pesar de su Don era una deidad bastante peculiar al momento de relacionarse, más familiarizado a lo seco y poco amigable en su actitud, casi rozando la antipatía y la amargura en su personalidad que contrastaba con su Don tan bello.

-Me gusta un ambiente equilibrado, no me gusta el calor excesivo... ni siquiera los mortales parecen gustar de ello madre- Continuo con un hablar frívolo y con tintes de berrinche en su tono.

-Cariño, Zeus puede cambiar ese detalle, solo sopórtalo un poco cariño, la virtud de la paciencia te alza mucho en tu valor divino- El tono amable y paciente continuo en la siempre cariñosa Martha.

-Lo sé madre- Desistió de quejarse al ver que no servía de nada.

-¿Cuándo podre ir a sembrar más cosechas solo madre?- Bruce continuo hablando para intentar evitar que la conversación muriera y tuviera que enfrentar el clima solo.

-No cariño, necesitas mucho entrenamiento para poder salir al mundo exterior- La voz de la mujer se puso rígida, áspera, dominante, Martha se negaba a que su hijo fuera esposado por algún Dios, ella tenía planes de que permaneciera en castidad como la Diosa Diana, diosa de la Guerra Estratégica o como la Diosa de la Hoguera, Kara. Martha deseaba que la virginidad de su hijo fuera eterna para que su labor de la llevar el nacimiento de las plantas fuera armónico y lleno de gloria. Él no sería tomado por nadie a la fuerza como ella sufrió, era algo con lo que su hijo seria bendecido.

-Me gustaría poder hacerlo solo- Contestó en un tono bajo.

-No Bruce, no estás listo- Dejando claro su punto, ambos continuaron su labor.

Los planes nunca son intocables, incluso para los dioses, Bruce tuvo su primer acercamiento con otras personas solo cuando lo conoció a él, no tuvo la intención de desobedecer a su madre, nunca lo haría pero realmente él se desvió del camino por error, ni las ninfas ni su madre pudieron predecir que la tierra en donde caminaba se abriría, ni mucho menos que de quien de ella salía fuera nada más ni nada menos que él Dios del inframundo.