El amor está en el aire || Jaedo

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Un pelinegro subía el pesado portón de su local, sus finas y delgadas manos cargaban con fuerza las sillas de color azul pastel

Las colocaba en orden, una por una, cuidando que se vieran bien, barrió un poco la entrada de la tienda.

-Buenos días Dodo - un omega de cabellos rubios saludo con pena - lamento llegar tarde , a veces Junnie se pone un poco travieso por las mañanas y no quiere ir a la escuela

-No te preocupes, Sicheng- sonrió amablemente - podrías prender el horno? Hay algunos encargos pendientes para hoy...

- Claro!- el chico se adentró  tan pronto su jefe pronunció esas palabras

Mientras, el pelinegro seguía en su tarea de acomodar las cosas, llevo con pesadez una mesa, acomodarlas era un martirio para él últimamente, desde hace unas semanas se sentía sumamente cansado lo que hacía sentir que eran demasiado pesadas y  grandes para sus delgados brazos, no podía pedirle ayuda al rubio sabiendo que este estaba en cinta , no se lo permitía.

A pasos lentos cargaba la mesa de color a juego con las sillas, no podía ver bien su camino así que trataba de ver por los lados, tan concentrado, que solo se dio cuenta de la presencia de alguien más cuando el olor familiar llegó a su nariz.

"Ay no" dijo su parte humana, mientras su lobo agitó la cola con emoción.

-déjame ayudarte con eso precioso

El Fuerte olor a café y chocolate lo invadió, Jaehyun siempre olía así todas las mañanas, tan pulcro, con la ropa del trabajo bien acomodada.

Cargo con facilidad el mobiliario y después lo acomodó en su lugar, Doyoung no se opuso, pero si bufó

-Te dije que no volvieras - Doyoung frunció el ceño, viendo como el alfa sonreí travieso

-Lo sé,  pero hoy de verdad, de verdad , quería verte - el castaño hundió sus manos dentro del abrigo que portaba, escondió el cuello en su ropa y le dedico una mirada nerviosa a el omega

-dices eso, siempre! Todas las mañanas! - el pelinegro estaba comenzando a perder la paciencia, más cuando sintió cosquillas en el vientre 

Desde que había abierto su pequeño café hace ya algunos meses, un peculiar alfa castaño comenzó a coquetear con él, al principio pensó que era divertido, digo , ¿Un alfa dueño de la gigantesca empresa junto a su local queriendo una cita con él? ¿De verdad? Que gran chiste; pero luego de un par de meses seguía llegando , y comenzó a ser... ¿fastidioso?, ¿Exasperante?, finalmente el omega había llegado a una conclusión.

Seguro solo quería una aventura de una noche, eso no lo iba a permitir, le había prometido a su madre que se cuidaría y no permitiría que nadie se burlarse de él desde que se mudó de casa.

-Solo déjame ayudarte, si?

-Olvídalo, le diré a Jungwoo que me ayude - el omega sacó su teléfono del bolsillo dispuesto a llamar a su hermano mayor

-No! No llames a tu hermano yo puedo ayudarte!- El apuesto alfa se acercó a el pelinegro pero este soltó un leve gruñido y lo aparto de manera suave

El castaño sonrió nervioso queriéndose disculpar pero fue interrumpido.

-Señor Jung! Señor Jung!- Jihyo, su secretaria beta se acercó al alfa y lo tomó de los hombros - Tenemos una emergencia!

-Jihyo, ahora no - Ahora fue él quien soltó un gruñido, solo que este fue más fuerte y dominante

-Pero, se trata de ese asunto  - la más baja susurró con la cabeza agachada, evitando la mirada curiosa de Doyoung

-Ay no puede ser! De nuevo ese idiota! - maldijo el castaño y se volteó rápidamente al omega - Doyoung, bonito, lo lamento tanto pero tengo que irme , mañana vendré más temprano

El mencionado solo soltó un suspiro de cansancio y cerró sus ojos cuando el alfa se despidió con un guiño.