Valeria se encontraba poco a gusto en la casa de Mirelis, la verdad es que llevaba sintiéndose poco a gusto con su vida bastante tiempo, vivía solo para complacer a sus padres, no tenía vida para nada más.
Mirelis no paraba de hablar sobre el viaje que su mama había hecho a Francia, y sobre la cantidad de ropa y porquerías que le había traído.
Sólo podía pensar en lo mucho que deseaba estar en la intimidad de su habitación, llamenla loca pero el armario era su lugar favorito, allí ella había habilitado un pequeño rincón con un cómodo colchón para tirarse horas leyendo y escribiendo historias que desearía vivir.
Las horas pasaron lentas en casa de Mirelis, y para cuando terminaron el trabajo que supuestamente tenían que hacer juntas, Valeria estaba casi histérica por la voz chillona de ella, generalmente la soportaba porque siempre estaban en grupo, prometió nunca está sola con Mirelis de nuevo.
Ya en el vehículo se sentía un poco más tranquila sin esa voz revoloteando. A mitad de camino un mensaje de texto la desconecto de la lectura de su libro favorito, decidió ignoralo pero como era de su mama por obligación tenia que verlo. " Te Quiero Muxcho" recordando el día que su madre le había dicho el significado de aquella X se puso nerviosa. Peligro. Huye. Eso era lo que quería decir ese mensaje actuando rápido pensó en un CC que le quedará cerca y que ventajas tenia, se decidió por Ágora Mall, allí siempre había mucha gente lo cual le proporcionaba cierta comodidad a la hora de esconderse.
Se desmontó en la puerta de Galerías 360 y cuando estuvo segura de que el chófer estaba lo bastante lejos camino hasta Ágora Mall, no podía confiar en nadie. En el camino pensaba como seria su vida si llegaban a matar a sus padres, tal vez su tío Roberto se encargaría del negocio hasta que ella tuviese edad y conocimiento suficiente para hacerse cargo ella misma, de solo pensarlo se ponía más nerviosa de que ya estaba.
Llego a la plaza un poco ansiosa, sus ojos no podían parar de ver a todos lados frenéticos, así que lo primero que hizo fue comprarse unos lentes obscuros. Compro un conjunto que la hiciera parecer mayor; Una blusa con un buen escote, no demasiado vulgar ni demasiado recatado, unos jeans ajustados que favorecieran su trasero y piernas, unos tacones para ser más alta, y un par de accesorios. En Mac se encargaron de su maquillaje creando un look joven-adulto para su cara de bebé.
Cuando terminó su "disfraz" tomo un taxi que la llevará a algún Rent-A-Car donde eligió un carro cómodo que no llamara mucho la atención pero que tampoco pasara muy por debajo del radar. Con una identificación y una licencia falsas conducio hasta Santiago con el Jesús en la boca, en el camino puso música para que relajará su cabeza, ya en Santiago fue por sus calles intentando recordar la dirección de la casa de seguridad, el nerviosismo no le dejaba pensar bien, luego de unos minutos una tranquilidad breve atacó su ser al recordar perfectamente la dirección de la casa, en cuanto llego a la casa llamo por la línea segura a su tío teniendo una conversación al parecer muy normal, pero llena de códigos. En 30 minutos la casa estaba llena de gente, Las familias que pertenecían a la mafia traían a sus hijos para mandarnos lejos y ellos poder estar relativamente tranquilos. Los Rodríguez segunda familia al mando, los González, los Jiménez, Los Paulino, los Álvarez, los Bisono y los Mercado. En orden de rango.
En un reunión improvisada se decidió por poner a los jóvenes más capaces a su entender como líderes.
Valeria no podía dejar de sentirse incomoda ante las miradas que recibía, Anabelle la miraba con odio, no era nueva sin embargo, y Alexander con curiosidad como todos los demás pero en su mirada había algo diferente que no pudo desifrar.
¿Cómo manejará ella a un grupo de jóvenes-adolecentes con su forma tan particular?
Y sobre todo en el destino que habían decidido enviarlos. A España.
ESTÁS LEYENDO
Demasiado Joven
FanfictionValeria tenia las desgracias de ser hija de una importante mafia y ser niña prodigio, su madre amante a la perfección y su padre con el carácter de cien toros bravos forjaron a un perfecto monstruo con cara de ángel. En su vida no existía amor, solo...