Saki Sanobashi

Sakura

Van cayendo del cerezo
Esos pétalos de flor
Cada uno es un pedazo
De mi triste corazón
Mientras se dispersan
Sueño en volvernos a encontrar
Pero no, pues ya estas muy lejos
Nuestra flor se marchito........

Aomori. Secundaria Sakurakoji, 03 de junio de 1985, 7:45 AM

El inicio del verano era siempre una época caótica en la prefectura, con los jóvenes estando al borde de graduarse todos los encargados son si no un manojo de nervios llevando cajas y cajas de implementos que iban a ser utilizados para una ceremonia de graduación que iba a acontecer en un par de semanas. En otras circunstancias sería una época alegre. Lastimosamente está no era la situacion que acontecía en ese instante.

Shin era el encargado de limpieza, el llevaba más años de los que podía contar trabajando en la secundaria Sakurakoji como intendente y encargado de limpieza,a inicios de los 60 cuando era más joven y más fuerte, las arrugas sobre sus pobladas cejas mostraban una litera nota de sudor y simplemente se puso su uniforme como lo hacía todas las mañanas, detrás de la caseta de limpieza cuando el aún se sabía solo, escucha las cigarras cantar detrás de él, iba a ser un día especialmente caluroso y se imaginaba como estarían los muchachos con sus chaquetas en las mochilas o colgadas en sus cinturas, de seguro hallaría más de una olvidada en los cajones y mentalmente apostaba cuántas hallaría. Subiendo el cierre de su overol escucho la larga retahíla de bocinas, chasqueando la lengua se asomó por un costado de la caseta y miró a las camionetas de trabajo, de entre las cuales salían varios hombres portando sus cascos amarillos, el solo hizo memoria y finalmente dio un brinco, corriendo a abrir la puerta aún teniendo los cordones de sus botas desatados mientras las bocinas seguían sonando insistentes ante la prisa, según recordaba ellos debían haber llegado hace una hora.

-¿Puede darse prisa? - le apuro un hombre, quizá un par de años más joven que el mientras solo sacaba el juego de llaves y abriendo un pesado candado para correr las puertas de acero lo más rápido que su cuerpo envejecido le permitía.

-Se dice buenos días - le hizo caer en cuenta Shin mientras el mismo hombre volteaba los ojos fastidiado y repetía en un tono cansado.

-Buenos días........

-Llegan tarde, la idea era demoler cuando los chicos aún no llegaran y estarán aquí en unos.......10 minutos quizá......- tomando la puerta tiro de ella y abrió la misma de par en par, tal como advirtió un pequeño grupo de estudiantes miro los vehículos y murmuraron diciendo que quizá les suspendería clases por el tema de la demolición, Shin se rió entre dientes pensando en la bronca que la directora les echaría y miró como al menos tres camionetas aceleraba hasta llegar a la parte posterior - Los van a desafiar por su tontería......-comento riéndose mientras saludaba con la mano a un grupo de chicos que iban caminando a la entrada, desviándose un poco para mirar curiosos a los vehículos y seguir su camino cuando el prefecto les ordenaba seguir su camino. Shin solo tomo sus llaves y corrió, aún faltaban abrir todas las aulas de tercer año, y estaba haciendosele tarde.

Corrió por las escaleras y miró de reojo hacia la cartelera donde varios estudiantes, en su mayoría chicas, se quedaban paradas mirando los reportes de desaparecidos que el mismo se había encargado de reemplazar hacia una media hora, nueve fotos, nueve personas, nueve chicas cuyas fotografías borrosas por la paupérrima reproducción de la fotocopiadora no permitía que se vieran del todo bien sus rostros, no sabía cuántas de esas chicas eran amigas de las susodichas, el no las conocía y lo único que tenía como precedente era quizá haberlas visto y las mochilas de algunas en la caseta de objetos perdidos esperando a ser reclamadas por sus dueñas, paso de largo al escuchar el cuchicheo y tuvo que hacer una carrera maratónica hasta el tercer piso donde un par de muchachos yacían sentados en el suelo esperando a que la puerta se abriera.