Hilo Rojo

XI

Después del trabajo Lizzy y yo nos despedimos, Rose y yo nos encontrábamos frente a la puerta del que ya no se sentía como un hogar desde lo mi ex había hecho. Suspiré profundamente entrando en el lugar, definitivamente necesitábamos otro lugar donde vivir, uno en el que Lizzy se mudara con nosotras.

El día llegó, las dos estábamos completamente nerviosas por lo fuera a pasar, la puerta estaba abierta así que entramos, Rose corrió a saludar a sus abuelos, mis padres no dejaban de vernos curioso así que decidí hacerlo de una vez —mamá, papá... ella es Lizzy mi novia. Mi madre sonrio de oreja a oreja extendiendo la mano en dirección a mi padre
—págame los 100 dólares
—¿que?
—discúlpame hija pero le aposté a tu padre que estaría con una mujer, tu padre apostó a Hunter terminaría con un hombre, aunque para ser sincera le pague tres veces y por fin recuperó cien de ellos
—¿apostaron a que uno de los sería gay?
—perdona hija pero si
Mire con total sorpresa a mis padres pero finalmente sonreí, Lizzy fue bien resabida en la familia que se volvió una más, mamá no dejaba de agradecerle lo que había hecho en el juicio mientras yo hablaba con mi gemelo y mi padre sobre qué vendería mi departamento para comprar una pequeña casa ya que no quería vivir en lugar que me recordara las horrendas palabras que mi ex escribió.
De ves en cuando Lizzy y yo intercambiábamos miradas debido a mi madre había opacado por completo a mi novia, pregunto por ella y sobre su relación conmigo, aveces podía notar su sonrojó pero de lo que estoy segura es que agradeció que tuviéramos una pequeña hambrienta pues le había dicho a mi madre que tenía hambre y está le hablo a mi padre para hacer algo a la parrilla permitiendo que pudiera estar junto a ella
—perdona a mi madre y sus preguntas
—descuida Scar, es hermoso ver que al menos tus padres son felices de con quien quieras hacer tu vida
—Lizzy algun día tu padre lo aceptará
—dudo que llegue a pasar pero se vale soñar
Junté mi frente con la suya para después unir nuestros labios en un pequeño beso
—ahora que recuerdo nunca hablas de tu madre
—ella y mi padre se separaron cuando era niña, mi padre se quedó con nuestra custodia, metió en nuestra cabeza que nuestra madre nos odiaba y que no nos quería con ella
—¿la has buscando para saber su versión de los hechos?
—no... mi padre tenía el poder suficiente para mantenerla lejos dé nosotras que nunca la busqué
—tenemos que buscarla y tu debes hablar con ella
—¿estás segura?
—Lizzy eres una mujer adulta y una excelente abogada, pero sobre todo mereces saber la historia completa, no solo por lo que dijo tu padre sino también con lo que tu madre tiene que decir
—¿te he dicho que eres la mejor novia?
—no pero se agradece
Me reí después de ser levemente empujada por ella. Volvemos a besarnos.