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Único

Era ya de madrugada,y la hora de volver a su pequeño y sucio departamento,con él esperando el dinero que había ganado esa noche.

-¡Descansa,Choromi!-

-Tu también,Babue-

Disimulando una sonrisa, salió del local sin ganas de ir a ningún lado.

Lo que le esperaba,le hacía sentir mal del estómago y le llenaba de cabeza a pies de ansiedad.

Pero si no volvía apenas el trabajo terminará,le iba a ir peor y la verdad no quería revivir ningún de esos recuerdos.

Sin tan sólo no hubiese sido tan idiota ,sin tan sólo no hubiese caído por la primera persona que le demostró el  afecto ,que siempre había deseado de alguien.

No es que en su casa fuera mejor pero por lo menos podía contar que hubiera un plato de comida o al menos algo de comer,y la compañía de su único amigo...

¡Cómo lo extrañaba!

Pero no tenía el derecho de llorar por su ausencia, después de todo él se había ido sin despedirse y cómo un cobarde huyó con el demonio que una vez fue su amado.

Sí mi querido amigo me viera ahora,me preguntó si se burlaria de mí.

-¿Con quién te fuiste a meter que tanto te demoras ,perra?-

Al escuchar esa voz furiosa,supo que había cometido un error al haberse devuelto lo más lento que podía a su residencia y no era capaz de verle a los ojos por miedo de lo que vería ahí.

-Lo siento tanto...no era mi intención demorarme,es que tuve que estar horas parado y estaba cansado ...y..-

-No me interesa escuchar escusas...vamos ¡Ahora!-

Sí iba con él, volvería a perder todo el dinero que había ganado esa noche...sí iba con él no tendría ninguna escapatoria... sí iba ahora con él podía ser su fin.

Tenía que soltarse de su agarré de alguna forma...

¿Pero quién más iba a querer a alguien tan roto como él?

-¿No crees que es muy tarde para estar haciendo tanto barullo?-

Esa voz podía ser...

-¡Ah! Y tú quién te crees que eres...-

-Bueno digamos ,que vengo de parte de un cliente...por cierta deuda-

Imposible,pero si lo era.

Sí lo era.

Tenía que voltear para confirmar con sus propios ojos.

Esa sonrisa juguetona,esos ojos rojos brillantes esos mechones desordenados...

-Osomatsu-

-¿Choromatsu? Jajaja quién diría que sería mi día de suerte. ¿No crees?-

-¡¿Cómo sab-

-Eso importa ahora. Recuerda porqué estoy aquí ¿No? -

Con una mueca cínica,Osomatsu parecía divertirse de la frustración del otro,que parecía no saber que hacer en esos momentos.

Lo único que Choromatsu deseaba era que lo soltase del brazo,ya que a este punto lo apretaba de forma dolorosa.

-Tienes cinco minutos.-

-Mierda... espera todavía...-

-¿Qué? No me digas que no tienes el dinero todavía...que lástima.Pero tengo una oferta-

-¡Sí cualquier cosa! Claro,claro. Todo por el jefe-

-Asi se habla. Sí quieres ser perdonado, sólo entregarme a Choromatsu. ¿Trato?-

¿A mí?  Que era lo que Osomatsu estaba pensando ... él no podía ser suficiente para pagarle de vuelta,a lo que más seguro sería un mafioso.

-...trato-

Sin embargo,apenas sintió que lo soltaban,no dudó en irse al lado de Osomatsu.

-Mi jefe estará feliz de escuchar...que no tendrá que lidiar contigo nunca más-

Por unos segundos hubo un ruido ensordecedor,algo cayendo al suelo  y luego nada.

-Por fin,te pude encontrar...Choro-chan-

End?