Mas allá del amor

Escapar

Las gotas de agua resbalaban por la ventana del auto, llovía. La oscuridad de la noche permanecía aun a esa temprana hora, fría y desolada. La ruta parecía infinita, llevábamos 3 horas de viaje y aparentaba ser eterno. Parecía que conducieramos hacia la nada misma. Había tanta niebla que solo veía con suerte las luces tenues de los autos desaparecer.

Mi hermana Sophie dormía. Aunque pregunto hasta el cansancio las dos primeras horas el por qué del viaje mi padre se limitaba a sollozar sin quitar la vista del camino. Asi que trate de tranquilizarla por mi cuenta. ¿Cómo le dices a una niña de 8 años que su madre murió?.

Eran las 7pm y recién regresábamos los 3 de la lección de ballet de Sophie, mamá no estaba. Me tocó aguantar todo el camino las quejas de mi hermana sobre sus compañeras, una tortura cotidiana.

Había una nota en la mesa "Fui al supermercado, volveré en un rato, no me extrañen-Mamá". Ella no tenía celular, no le gustaba la tecnología y prefería todo " a la antigua", pero su mayor odio eran los microondas, siempre quejándose de ellos, extraño ¿no? Yo creo que el microondas es un milagro de la tecnología para la gente inútil como yo.

Regresando a la historia. A las 11pm se escuchó el freno de un auto. Ya era tarde y había llevado a Sophie a dormir. Normalmente la llevaba mamá, pero aun no había llegado, cosa que nos tenia preocupados a mi padre y a mí. Ahí es cuando odias que tu madre sea "tecno fóbica". El timbre sonó. Atendió mi padre, pero como soy curioso fui a ver quien era. Un joven policía robusto y alto estaba parado con una libreta en la mano. Ya había visto esto en las películas, pensé "un asesinato" o "un accidente", un policía toca tu puerta para que les sirvas de testigo. Pero no, no era eso. Busque cintas amarillas que dijeran "no pasar" o algo así, pero no, la calle estaba invadida solo por las escandalosas luces del patrullero.

-¿Que sucede?-preguntó mi padre

-¿Es tu hijo?- cuestionó el policía ignorando la pregunta. Papá asintió- ¿Podemos hablar en privado?-pidió con la intención de que yo me fuera, o por lo menos eso sentí.

-No soy un niño.-me quejé

-Está bien, lo siento- se disculpó el hombre

-Anthony, vete a tu recamara-me ordenó

-Pero...

-Nada de peros vete...-. A paso lento y pesado caminé hacia mi habitación, pero la voz paranoica y curiosa de mi cabeza me obligo a retroceder unos pasos hacia el comedor y escuchar tras la pared que lo dividía de la sala de estar . No llegué a oír su conversación pero el policía no parecía estar dando una muy buena noticia, y, a juzgar por la expresión de mi padre no aparentaba estar bien. Cerró la puerta y comenzó a llorar apoyándose en la puerta ,cayendo al piso. Me acerqué a él con el corazón a mil y le pregunte que sucedía. Mi corazón comenzó a palpitar tan rápido que parecía que iba a explotar. Las palabras salieron, sílaba por sílaba, cuchillos, golpes, mi mundo derrumbándose como un muro siendo embestido por una demoledora, esa sensación de irrealidad, todo aquello que podía lastimarme lo estaba haciendo. Mi madre había tenido un accidente con el auto, simplemente no puedo entrar en detalles porque no tendría fuerzas para continuar... Lo ves en la televisión, en los diarios, escuchas aquellas cosas, pero nunca crees que le pasará a un ser querido, y mucho menos a tu madre. No sabes cuanto amas a alguien hasta que lo pierdes y te das cuenta que tal vez tendrías que haber pasado mas tiempo con ella, pero se fue, ya no está, ya no puedes, la perdiste. Jamás habrás pasado suficiente tiempo con esa persona, nada lograra llenar el vacío que sentirás después.

La única que no sabía era Sophie, nadie sabía como decírselo. Yo ya era grande y tenia la capacidad de entenderlo, aunque no de superarlo. En cambio mi hermana era pequeña todavía como para explicárselo de una manera sutil.