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Nunca había pertenecido a un lugar, mi identidad era totalmente desconocida, y aunque ellos sabían mi nombre, mis vestiduras, y la forma de mi cuerpo, la duda aun carcome mi cuerpo como la oscuridad que me rodea cada día de mi vida. Quizás... pudiese algún día ser algo más que una mentira

Dieciséis veces, dieciséis eran las veces que me había mudado, era el numero de las escuelas en las que había estado, dieciséis de las vidas que se esfumaban como humo negro por entre mis pálidos dedos, deje mi libro a un lado, mirando por el vidrio el extraño clima que se manifestaba en aquel pequeño cristal,  eran las seis de la mañana, pero parecía como si estuviese de noche.

 Las nubes de un color azul naval se movían de manera constante, destellos tenues de un color morado se mostraban como haces de luz, la dulce y fría lluvia chocaba en el exterior de auto de color negro, pude ver un letrero con un simbolo rojo en él, y a unos metros de ese letrero varios metros de mojado, frio y viejo pavimento de color negro.

   - Supongo que empezare de nuevo ¿No? – Pregunté sin apartar la vista del cielo nublado.

  -  Sí, pero primero iremos al Domo, para dejar allí tus cosas, Sobrino – Una áspera y gruesa voz se escucho desde el asiento del conductor.

Al doblar el auto a la derecha, y pasar varios kilómetros quedamos junto al frente de una instalacion tecnologica en forma de un como de color azul electrico, las altas rejas de color negro cubiertas por filosos cristales que emitian ondas, para asi avisar de nuestra llegada.

 Salí del auto, sintiendo inmediatamente las pequeñas y frías gotas de lluvia que mojaban mi cabello castaño, alce mi mirada hacia el cielo, definiendo las nubes con mis ojos, que ahora se veían un poco oscuros gracias a la atmosfera formada por la falta de luz a causa de las nubes.

  -  ¿Qué esperas? ¿Algo te caerá del Cielo? – Se oyó la áspera voz de mi tío, esperando en frente de la gran puerta principal de la Mansión.

  -  Muy Gracioso, Malcom – Di un giro brusco, y me quede un poco mas adelante del hombre, esperandole.

Oí el ruido tosco de la puerta cerrándose, y enfoque mi mirada en una mujer que era escoltada por dos Centinelas, una mujer mayor de cabellos en una transición de blanco a rosa, sus facciones fuertes y marcadas resaltaban gracias a su alta e imponente figura que era vestida por un largo vestido en esote corazon, de color negro con detalles rojos.

- Aurora Blahorse, Y supongo que ustedes deben ser Andrew y Jonh, me han hablado muy bien de ustedes - La mujer esbozo una sonrisa, Hipocrita...

Nos adelantramos a las instalaciones, donde se podia ver un gran doyo con jovenes peleando, tanto de forma fisica como con una gran variedad de armas, era más que todo un centro de entrenamiento para futuros Centinelas.

Centinelas Eran humanos alterados geneticamente desde su nacimiento, para uno posee habilidades unicas, además que una mayor resistencia fisica y mental, son los defensores de Tercnova.

Termine entrado en uno de los cubiculos, que respondió a mi codigo genetico cambiando completamente su estructura a una de una habitación de tamaño normal, la parte de recreación constaba con una cama, un Tv, y una estateria con muchos libros adornandoles, más que todo eran de historia y de la genetica.

Di varios pasos hasta llegar a el baño, donde me quite la ropa y me metí en la ducha que ya estaba preparada, mis ojos comenzaban a cerrarse a causa del sueño que tenia, y mi cuerpo se relajaba cada vez más al pasar los minutos, lo único que no quería pensar era en lo que todos esperaban de mí, porque, siempre querían que fuese una cosa completamente diferente a quien era en realidad, y eso nunca cambiaria.

 Salí del baño ya vestido, y eche una leve ojeada al reflejo que proyectaba el espejo al pararme frente a él. Me había vestido con una franela desteñida de color rojo carmesí, unos jeans de color negros que por el uso ya se habían destinado de manera que se veían de un tono gris intenso, y mis converse de hace tres años, eran mis favoritas y eran a prueba de todo. Mi castaño cabello estaba totalmente desordenado y las puntas seguían mojadas, lo que provocaba que se unieran un poco, y si sorprendentemente se veían bien así que no toque ni modifique mi cabello.

Al salir podia ver como un grupo de jovenes se acercaba a mi, junto con la misma mujer de antes, estaban armados, y por instinto llevé mi mano derecha hacia mi espalda, para tactear mi Taser*

- ¿Qué pasa...? - Mi voz estaba neutral, pero esto me daba mala espina.

- Iremos a un entrenamiento, es obligatorio que vengas tambien - Respondió la mujer, alejandose sin importar que la siguiese o no.

- Me apresuré a seguirle el ritmo, y a los pocos segundos salimos a la parte exterior del Domo.

¿Entrenamiento...? 

Beyond of SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora