Hora del baño.

307 18 5
                                    

Me encanta ver a este par como padres, así que aquí otro shot con una Hana bebé.

—Senpai pon atención.— río mientras ponía a la pequeña en la bañera.

Solo fue correspondido por un pequeño gruñido del mayor.

El menor hizo una seña para que se acercará mientras alcanzaba el bote de champú azul cielo que flotaba en el agua y abría la tapa con su pulgar.

—Pon atención Souichi, luego tendrás que hacerlo tú solo. —El mencionado arqueo una ceja pero miro con atención.— solo observa atentamente ¿Está bien?— el mayor solo asintió.

Ella movía sus pequeños brazos vigorosamente y profería pequeñas risitas como respuesta a los cariños que las manos de Morinaga hacía en su barriga, tenían la misma sonrisa admitía el mayor.

— ¡Daaa! —chapoteó enviando gotas de agua a la camiseta de él padre que estaba enfrente. Eso provocó una pequeña sonrisa burlona en Souichi.

— Bueno, papá bañará por primera vez a Hana-chan.— era cierto, no era porque souichi no quería, tenía miedo de bañarla, había ayudado con sus hermanos cuando era adolescente pero no era lo mismo que hacerlo con un bebé, el solía ser muy tosco y no quería lastimar a la pequeña. Siempre lo hacía en compañía de su tía, marido o uno de sus hermanos. — supongo que estás igual de emocionada que papi.

— Deja de hablar así. — siseó el rubio. Tetsuhiro se encogió de hombros y se puso de pie. Souichi miro a su hija, su piel era como la porcelana parecía ser demasiado fría para una piel expuesta y tan sensible como lo es la de un bebé. Sentía la ferviente necesidad de cogerla, sacarla de allí y envolverla con tres sábanas.

Las hábiles manos de Tetsuhiro empezaron a masajear con suavidad el cabello rubio, creando espuma blanca que se iba esparciendo hasta al cuero cabelludo y detrás de las orejas.

—¿Ves? Es fácil. Ahora tú.—se movió hacía un lado para darle espacio a su esposo pero tras unos segundos sin ver que éste se acercara, resopló—. No seas terco, Senpai vas a hacerlo de todas formas. —el hombre nervioso terminó por arrastrase hasta posicionarse a su lado, acomodándose en un buen ángulo. Moringa sonrio—. ¡Verás que acabará siendo divertido!

Cuando a regañadientes llevó las manos cerca del cuerpo de la bebé, algo dentro de él hizo que retrocediera un poco y sus ojos se enfocaron repentinamente en sus manos. Eran grandes, más pequeñas que las de su marido, pero un poco callosas y rudas. ¿Por qué estaba tan nervioso?. Pero tenía que hacer esto por su pequeña, morinaga estaría a su lado si pasaba algo y eso lo tranquilizó.

— Vamos allá. —apremió con un susurro alentador.

Él exhaló por la nariz con fuerza, un poco tenso. Luego dejó que sus falanges se hicieran cargo, cepillando el suave pelo de Hana sin problema. No tardó en acostumbrase y ella en ningún momento se quejó. Probablemente ayudó ese patito de goma, que había llamado su atención, todo amarillo chillón que flotaba algo lejos de ella. Sus regordetas y blancas manos tantearon con torpeza para agarrarlo, aunque no pudo, ya que se encontraba en la otra punta de la bañera, y a pesar de todos los esfuerzos de la niña por extender los brazos y llegar a él, terminó por rendirse con un lamento.

Él mismo le acercó el juguete, enjabonándolo en el proceso. Parecía un poco dudosa cuando lo tuvo enfrente, pero una vez lo tenía en sus brazos, no lo soltó.

— Mori.

Nadie contestó.

Souichi detuvo su labor para echar un vistazo al sitio donde se suponía que estaría su esposo. Pero no lo hacía. De hecho, estaban él y su bebé solos en el cuarto de baño.

Historias Koisuru boukun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora