◣Hey! ¿Te gustaría venir conmigo? ◥

I

Como ya sabrás, hace mucho tiempo existía un talentoso joven entre los nobles Cadis Etrama Di Raizel, se decía que ese hombre tenia un mayor poder que todo ser vivo que haya pisado o pisará esta tierra, era temido y alabado por todos los nobles siendo un recordatorio de que el siempre estará allí para arreglar las cosas o para guiar a su raza por el camino correcto junto con el Lord.

Era un ser perfecto, pero esa perfección lo llevo a una interminable soledad, su alma era amable tan amable que decidió alejarse de todos para que cuando llegara el momento de su muerte nadie derramara ni una sola lágrima y así pasaron los siglos  día tras día intentando convencerse a si mismo que la vista que le proporcionaba esa ventana era suficiente para el, incluso llego un punto en el que ya ni sabia que día era o cuantos años había pasado sin comer o dormir, solo mirando esa ventana, bueno hasta la llegada de Frankenstein, la primera persona que le enseño a Rai el significado de una familia.

Claro también estaba el único amigo de Rai,Musaka , el mismo que....

-Esa historia ya me la se, cuenta la parte mas interesante- una joven voz resonó desde el otro lado de la habitación, yo solo pude sonreír si hubiera sido mas joven tendría la misma reacción -ten paciencia querido, te lo advertí desde el principio la historia no iba a ser nada corta -

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Sentado en la orilla de su cama se encuentra un joven de cabellos rojos, otra vez tuvo el mismo sueño un hombre alto de cabello azabache y ojos carmín que lo miraba con una expresión neutra -Lo siento amigo, creo que llegamos tarde-  y allí se acaba todo, ese es el sueño que mas se repite, aunque otras veces hay sueños mas violentos como ser golpeado hasta la muerte por un monstro pero siempre estaba el para salvarlo junto con los demás, el joven  apenas recordaba quien era esa persona o mas bien algo le impedía recordar, así había sido desde hace varios meses casi coincidiendo con el día en el que se revelo la existencia e intenciones de los nobles, el le pregunto a todos sus amigos pero ninguno parecía presentar sus síntomas, tal vez los chicos con los nombres de Regis y Seira podrían saber algo mas del tema aunque como siempre prefieren no hablar sobre eso.

Esa mañana en especial el ambiente se sentía diferente, mas cómodo que de costumbre por lo que se quedo a dormir mas tiempo, soñando con el príncipe de ojos carmesí, todo hasta que su mejor amigo Ik-Han  vino a su departamento con el único propósito de despertarlo y arrastrarlo a la escuela - Shinwoo te juro por todo lo bueno del mundo que si me haces llegar tarde otra vez no se que haré o como lo haré pero te voy a matar- con una sonrisa el joven se levanto de la cama, después de todo dicen que si piensas mucho en un sueño no se hará realidad.

Ambos niños corrieron a la escuela, apenas llegaron a tiempo por suerte allí estaban Suyi y Yuna para alentarlos a llegar a clases, ese día todo fue normal los asientos que antes pertenecían a los actuales líderes de clan Regis y Seira seguían vacíos, los muy groseros se fueron sin despedirse, pero bueno el nivel de educación de los nobles no es el tema principal de la historia, después de meses los niños se dieron cuenta que uno de los asientos de la clase estaba vacío, ¿Porqué no se dieron cuenta antes? ¿Acaso ese lugar al lado de la ventana era especial? o tal vez en primer lugar allí no debería haber estado vacío, todo transcurría normal el joven estaba dormido en su banca, Ik-Han estaba en su computadora, Suyi estaba tomando apuntes, todos estaban en su propio mundo a excepción de Yuna a veces  creo que fue por eso que ella fue la primera en verlo, en darse cuenta de su presencia -Rai.... -  con la mención de ese nombre la atención de los niños estaba en una sola persona - Rai .... ¡RAI! - El joven se apresuro a correr tan solo para abrazar a su amigo, las lágrimas caían, todos los niños lloraban, estaban felices, enojados, frustrados , aliviados, todo era una mezcla inexplicable de sentimientos - Yo también los extrañe - Definitivamente era la voz de Rai, parecía tan tranquila y al mismo tiempo se oía como si se fuera a quebrar en cualquier momento, sin darse cuenta el Noblesse también había comenzado a llorar mientras sus amigos lo abrazaban, por primera vez en su existencia se permitió llorar de verdad, ninguna lágrima de sangre y ninguna perdida de alguien que lo acompaño en su soledad en medio de la batalla, todo era agradable, tan cálido, el quería que este tipo de momentos jamás terminaran, podía sentirlo.