¿Mi otro yo?

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Ahora mismo, se encontraban reunidos en la sala de estar, estaban sentados en los sillones del lugar, pero en distintos asientos, los tres adolescentes compartían un que se encontraba frente a otro, donde se sentaban sus padres, no mucho que Esteban subió a sus habitaciones y les pidió que bajaran, diciendo que tenían que hablar todos en familia, nada malo se imaginarán, era bueno que hablaran, pero el ambiente no era el mejor, desde el primer momento supieron que no sería nada fácil, es decir, podía sentirse la tensión en el ambiente, era evidente que algo no andaba bien entre ellos, no peleaban ni nada, pero no necesitabas ser un genio para saberlo, los tres jóvenes esperaban lo peor, simplemente preparándose para lo que pasaría a continuación

-Muy bien, antes de cualquier otra cosa quisiera empezar diciéndoles que su madre llamó- eso captó la atención de los recién ingresados a la sala, principalmente de los gemelos -dice que se siente mejor y que no nos preocupemos, hablo con sus médicos y le dijeron que esta mejorando, pero que tardarán un tiempo en poder darle de alta, aun quieren mantenerla en observación hasta estar libres de dudas- ha decir verdad, no eran las mejores noticas, ser internado está lejos de ser una experiencia agradable, pero era reconfortante saber que al menos estaba mejorando -cuando hablé con ella también me pidió que les avisara que el tramite que hacía para cambiarlos de se preparatoria se completó, estarán asistiendo junto con Freddy a partir del lunes-

Eso en particular llamó la atención del castaño, observó discretamente a su madre, rogando por que no se enojara, noto que tenía una expresión de molestia, mas no de sorpresa, supuso que por eso había tardado tanto hablado, debía haberle contado todo para evitar las conmociones, eso le aliviaba, no quería terminar en medio de otra discusión y estaba seguro de no ser el único, una vez que los gemelos escucharon lo anterior, el mayor simplemente asintió, queriendo que todo pasara lo más rápido posible para poder irse, por otra parte su hermana parecía genuinamente angustiada

-¿E-Enserio?- cuestionó estupefacta, quería pensar que había escuchado mal, puesto que no quería cambiarse de escuela, nunca quiso hacerlo, pero su padre asintió dejando sus esperanzas por los suelos, estaba sorprendida, antes de hoy seguía pensando que le quedaban, al menos, tres meses antes de que se completara el cambio institucional que la alejaría de una gran parte sus amistades, esa clases de cosas tomaban tiempo, no entendía como sucedió tan rápido    

-Si, verán, su madre habló de nuestra situación con la directora y ella nos ayudo a que pudieran matricularse más rápido-

-Oh...- entonces esa era la razón, no le agradaba la idea, pero decidió callarse y no hacer este problema más grande, de igual forma ya no podía hacer nada -está bien aunque extrañare a mis amigos-

-No te preocupes, cambiar de escuela no significa que dejaras de verlos- explico tratando de hacerla sentir mejor -solo avísame cuando quieras salir a verlos ¿De acuerdo?-

En repuesta, la chica se limitó a asentir, sabiendo que no sería lo mismo, después de eso, su padre retomó la palabra, devolviendo la conversación al rumbo por el cual los había citado

-Dicho esto, quiero que sepan que son bienvenidos a quedarse, siéntanse como en casa y no sé preocupen por nada por qué que no tienen la culpa de nada, esta situación es complicada para todos, pero ustedes no tendrían por que quedar envueltos en nuestras discusiones, encontraremos la forma de resolver las cosas entre nosotros sin que tengan que quedar involucrarlos en nuestros conflictos-

-He de admitir que fue mi culpa que se detonara la discusión de la mañana, debí manejarme mejor o al menos no explotar enfrente suyo, soy la adulta y debí comportarme como tal, es cierto que no hicieron nada malo y yo no debí actuar como si lo hubieran hecho, así que, lo siento, procurare que no vuelva a ocurrir-

[El secreto de Fred] Fredded Donde viven las historias. Descúbrelo ahora