Que Nuestros Corazones Ardan

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y creí que solo querías lastimarme pero preferiste abrirme los ojos de una manera que ni yo podía entender, una manera en la que sabia que todo iba ah salir mal. 

empecé a notar tus cambios ala hora de estar en el balcón, ala hora de que el llegaba eh iba directo a jugar , los momentos en los que el llegaba buscar a tu hermano, todos esos putos momentos los notaba y aun así seguía de estúpida contigo. 

Salía día por medio en la madrugada solo para poder estar contigo, para poder volver a sentir tus manos frías sobre mis mejillas, tu mirada y tus extraños abrazos. trataba de entenderte de verdad que trataba pero nunca supe si podías confiar en mi, me preguntabas que por que aun seguía insistiendo en nuestro futuro que por que aun seguía amándolo si sabia lo malo que era para mi. 

pero ala hora de querer responder todas tu preguntas tus manos ya estaban en mis mejillas, tus pulgares bajaban lentamente a mis labios, tus ojos en ese momento me intimidaban pero simplemente me gustaba el echo de sentirme débil ante ti, ala hora de besarte sentía que estaba perdiendo una guerra ante ti, nuestra respiración ya era lo bastante cálida como para no sentir tus manos deslizándose suavemente en mi espalda sabia que ya volvería hacer tuya otra ves y eso era lo que menos quería. 

Tu sabor ya no era el mismo, tú respiración ni siquiera era la misma ala hora de querer fusionar nuestros cuerpos eh incluso empezaste hacer cosas nuevas que ni siquiera sabia, entendí que mis pruebas estaban en lo cierto en un 50%  sabia que yo no era la única que entro a tu habitación pero simplemente quería ignorarlo no quería saber mas de tus otras conquistas, mi mente estaba atrapada en un juego mental no quería aceptar la realidad.... 

Y de tanto pensar me despegue de el y le dije que quería una maldita explicación de lo que nos estaba pasando. Mi corazón estaba que explotaba, mi sangre fluía con furia y el simplemente se reía de mi.