-CAPÍTULO 1-

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Era una mañana sombría como muchas. Hayz se levantó de la cama y miró por la ventana...

El Prado estaba verde, como siempre. Era sábado, el día de cultivo en su pueblo, Ghama; eso significaba que sus padres estarían trabajando todo el día y al siguiente el arroz y la mercancía estaría vendidas en el puesto del mercado, así que tenía el fin de semana completamente libre para jugar con su hermana pequeña... o eso pensaba.

Antes de que pudiera empezar a calentar un cazo con leche, alguien, llamó a la puerta.

- Está abierto! gritó Hayz,

El cartero entró y le dio a Hayz una carta recién llegada, la tinta todavía estaba húmeda y traspasaba el sobre de papel. Cuando el cartero salió, Hayz abrió cuidadosamente el sobre intentando no rasgar el papel que contenía, inmediatamente supo que era de su amiga Mina por el sello de cera naranja que había en el sobre.

Comenzó a leer; Mina le contaba que había husmeado alrededor de una casa abandonada en la colina del pueblo, pero estaba oculta por inmensos árboles y no se podía ver. Hayz había oído la historia de  esa casa varias veces contada por su padre; decían que era la antigua propiedad de un millonario que dejó el pueblo hace 100 años, pero nunca le dio importancia...hasta ahora.

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