❝Gluttony/Gula: la gula se identifica con el ansia y la glotonería. Es decir, el consumo excesivo de comida o bebida que también puede incluir el egoísmo que afecta a las relaciones interpersonales. Unos comportamientos destructivos que se basan en...
Habían pasado años desde que Kanato no veía a aquella hermosa joven, su perfecta muñeca, su novia. Ahora se encontraba en el parque de atracciones al cual, una vez hace muchos años, había ido con ella. No sabía que hacía allí, ya no tenía la edad para subir al carrusel como había hecho hace tiempo ni tenía nada qué hacer ahí; tal vez era por una pequeña esperanza que muy, muy en lo profundo de su oscuro corazón había mantenido viva, una esperanza de verla otra vez, de encontrarla tal vez en el carrusel. Se detuvo y suspiró, comenzaba a sentirse estúpido estando ahí.
«Debería regresar a la mansión. Podría comprar algo de pastel en el camino», pensó.
– Una bolsa de palomitas, por favor –dijo alguien a sus espaldas.
Los ojos el pelilila se abrieron con sorpresa, había reconocido aquella voz, la recordaba perfectamente. Giró rápidamente, sorprendiéndose aún más al ver a aquella joven comprando una bolsa de palomitas, quien ya no se veía tan aniñada como la recordaba.
– ¿Tn...? –llamó, esperanzado.
Aquella, al oír esa voz, se giró hacia él, exclamando la misma sorpresa que él.
– ¿Kanato-kun?
Ambos estaban igual de sorprendidos, parecía que haber mantenido vivas sus esperanzas había dado frutos. Sin embargo, ambos habían crecido, ya no tenían aquel aspecto frágil y aniñado de antes...
Kanato estaba más algo y se veía más adulto, su cabello había crecido un poco más y sus ojos ya no presentaban esas ojeras de antes. Esbelto y delgado, se veía muy maduro. Vestía un traje negro, con chaleco color vino con botones dorados, una camisa blanca con un pañuelo blanco en su cuello, el saco de su traje era negro con bordes dorados y bastante largo, con las mangas color vino y bordes dorados y con las mangas de su camisa sobresaliendo, además de llevar una larga capa negra de interior rojo sobre sus hombros y usando un guante blanco en su mano izquierda.
Tn también estaba algo más alta, su pecho había crecido y se veía más adulta, tanto como él. Llevaba un conjunto rosa crepe el cual consistía de una falda tiro alto ajustaba y un top de tirantes con escote recto que resaltaba sus pechos, llevaba un choker de la misma tela y color que su conjunto, tacones negros, y un largo abrigo negro abierto. Sus ojos tenían delineado negro en sus párpados y brillos rosas, sus labios estaban pintados con un brillo rosa y con rubor en sus mejillas; su cabello había crecido también, y lo llevaba suelto y decorado sólo con una diadema negra.
Ambos jóvenes se acercaron mutuamente, sin siquiera parpadear para no perder al otro de vista.
– Oh, Kanato... –sonrió.– Llevo tanto ansiando verte...
– Tn... –sonrió.– También quería verte. No sabes cuánto.
– ¡Oh, Kanato!
La joven se abalanzó sobre él, abrazándolo con fuerza. El vampiro dudó unos segundos, creía que estaba molesto con ella por dejarlo, pero en lugar de quejarse sus brazos la rodearon, abrazándola también y atrayéndola más contra él.
– Tn, ¿Por qué te fuiste? ...Prometiste no abandonarme.
– No quería hacerlo. Mi padre me llevó, y luego me envió con mi madre, por eso no volví a aparecer tampoco en la escuela. Insistí en volver a verte, pero no me lo permitían...Volví al mundo humano hace pocos días, y como supe que la feria estaría aquí, decidí venir creyendo que te encontraría aquí.
– Tn, ¿Ahora sí te quedarás conmigo...para siempre?
– Por la eternidad. No te abandonaré...Mi padre ya no puede interferir entre nosotros.
– Es lo que quería oír –sonrió.– Tampoco dejaré que te vayas de nuevo, Doll-chan. Te retendré a la fuerza si es necesario.
– No será necesario, créeme –rió.
Se separaron un poco, para poder mirarse. El pelilila tomó el mentón de la hermosa joven con una mano y acortó la distancia, besándola. La fémina correspondió gustosa, levantando un brazo para abrazarlo a aquel por el cuello, atrayéndolo más. Se separaron tras largos segundos, mirándose de nuevo.
– Kanato...aún me gustas.
– También me gustas, Tn... ¿Sabes? Nunca concretamos nuestra boda –sonrió. Ella rió.
– Aún tengo mi vestido de novia, ese que me hiciste. Igual que los otros.
– No creo que te entre ya, tu cuerpo creció...tus pechos son más grandes también.
– Pervertido –rió.– Creo que deberás hacerme otro.
– Con gusto...Doll-chan –sonrió.– Vamos a casarnos. Ahora sí.
– ... –sonrió.– Con gusto. Será un placer casarme contigo, Kanato.
Volvieron a besarse, y luego se sonrieron mutuamente. Kanato tomó la mano de la joven, besó el dorso de esta y comenzó a caminar, llevándola con él; estaba inundado de felicidad al haberse encontrado con su muñeca, y se sentía eufórico ante su próxima boda con ella. Tn amplió su sonrisa ante aquel gesto y caminó con él; estaba feliz de haberse reencontrado con él, y mucho más ahora que iban a casarse.
– Te haré esta vez un vestido de novia mucho más bonito, será más hermoso que cualquier otro que haya hecho. Volverás a ser mi muñeca perfecta, Doll-chan.
– Estoy emocionada, Kanato. Estoy segura de que será un vestido hermoso, porque eres el mejor en hacerlos.
– Gracias –rió.– Tendré que volver a tomar tus medidas.
– Sí –rió.– Y mientras tú trabajas, yo te haré un delicioso y colorido pastel.
– Eres la mejor repostera, Doll-chan. Ansío probarlo.
– ¡Gracias! –amplió su sonrisa.– Y prepararé té.
Ambos se miraron y sonrieron, sintiendo la misma emoción.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.